Hoy hace 38 años fallecía Jeannette P. Rankin la primera mujer que fue elegida para la Cámara de Representantes de EE.UU, un 2 de abril de 1917. Pacifista, fue la única legisladora que votó en contra del ingreso de los Estados Unidos en ambas guerras mundiales.
Jeannette nació en Montana el 11 de junio de 1880, era la mayor de los seis hijos de unos inmigrantes canadienses, un granjero y una maestra de escuela.
Inicia sus estudios en la universidad de Montana y se gradúa en 1902. Con un título de la Escuela de Filantropía de Nueva York (que después sería la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Columbia), llegó a ser una trabajadora social en Seattle, en el estado de Washington. Para conocer en forma directa la situación de sus clientas, trabajó por algún tiempo como costurera.
Inicia sus estudios en la universidad de Montana y se gradúa en 1902. Con un título de la Escuela de Filantropía de Nueva York (que después sería la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Columbia), llegó a ser una trabajadora social en Seattle, en el estado de Washington. Para conocer en forma directa la situación de sus clientas, trabajó por algún tiempo como costurera.
Rankin se unió a la campaña del sufragio en Washington en 1910 y su activismo político la llevo hasta la lucha del movimiento de las mujeres para obtener el derecho a votar y a ser votadas durante 1914. Lo obtuvieron, antes que ninguna otra demarcación política, en Montana, estado del cual salió electa como primera mujer al Congreso de Estados Unidos.
Apoyó una enmienda constitucional para dar a la mujer el derecho de voto. El 7 de noviembre de 1916, fue elegida como miembro de la cámara de representantes por el partido republicano del estado de Montana, siendo el primer miembro femenino del congreso. Sin embargo, no permaneció en el Congreso el tiempo suficiente para ver cómo el sufragio se ampliaba a todas las mujeres estadounidenses en 1920. Los votantes rechazaron su intento de llegar a ser senadora en 1918, tal vez porque un año antes ella votó en contra de la participación de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial.
Rankin se reintegró al trabajo social y funda y preside la vicepresidencia de la Unión Americana por las Libertades Civiles, fue miembro fundador de la Liga Internacional de las Mujeres por la Paz y la Libertad, participa en la Liga Nacional de Consumidores, y en 1919 asistió al Segundo Congreso Internacional de Mujeres en Zurich.
En 1918 se dedicó a trabajar en una campaña fracasada para el nombramiento republicano como representante del estado de Montana en el Senado de los Estados Unidos. Luego se lanzó su candidatura como independiente, la cual también falló.
Mientras que servía como secretaria para la liga de consumidores nacionales, y considerando que su “deber especial” era hablar en nombre de las mujeres del país, ayudó a redactar leyes a favor de las mujeres y los niños, y a ella se debe la autoría de una ley a fin de crear fondos de reserva para clínicas de salud, educación materna y programas para reducir la mortalidad infantil.
Fue reelegida para el Congreso en 1940, en esa ocasión en una plataforma como pacifista. Después del Ataque a la base Naval de Pearl Harbor, Rankin volvió a votar en contra en la participación en la II Guerra Mundial, siendo nuevamente el único miembro del congreso en votar en contra, luego de decir:
Mientras que servía como secretaria para la liga de consumidores nacionales, y considerando que su “deber especial” era hablar en nombre de las mujeres del país, ayudó a redactar leyes a favor de las mujeres y los niños, y a ella se debe la autoría de una ley a fin de crear fondos de reserva para clínicas de salud, educación materna y programas para reducir la mortalidad infantil.
Fue reelegida para el Congreso en 1940, en esa ocasión en una plataforma como pacifista. Después del Ataque a la base Naval de Pearl Harbor, Rankin volvió a votar en contra en la participación en la II Guerra Mundial, siendo nuevamente el único miembro del congreso en votar en contra, luego de decir:
¨Como mujer no lo puedo permitir, y rechazo el enviar a cualquier persona, voto ¨NO¨.
Sin embargo ella no votó en contra en el momento de declarar la guerra a Alemania e Italia que seguían en su declaración de guerra de los Estados Unidos, en lugar a eso, votó simplemente ¨presente¨ y vio como acababa su carrera política a causa de este voto impopular.
No se molestó en retornar a la carrera como congresista, y durante el resto de su vida viajó siete veces a India, siendo una fiel devota de los principios de Gandhi, de no violencia y autodeterminación. Rankin dedicó el resto de su vida a sus causas favoritas y así, a los 86 años de edad participó en la Marcha hacia Washington para oponerse a la Guerra de Vietnam.
No se molestó en retornar a la carrera como congresista, y durante el resto de su vida viajó siete veces a India, siendo una fiel devota de los principios de Gandhi, de no violencia y autodeterminación. Rankin dedicó el resto de su vida a sus causas favoritas y así, a los 86 años de edad participó en la Marcha hacia Washington para oponerse a la Guerra de Vietnam.
Fue una admiradora de Martin Lutter King Jr. En 1968, ella encabezó a más de 5.000 mujeres, las que se llamaron la brigada de Jeannette Rankin para demostrar su oposición de participar en la guerra de Vietman, junto a Coretta Scott King y Judy Collins.
Rankin falleció en Carmel, California, a los 92 años de causas naturales. Dejó su legado para ayudar a mujeres desempleadas, siendo el inicio de la creación de la Fundación Jeannette Rankin, una organización que da concesiones educativas a mujeres con ingresos económicos bajos por todos los Estados Unidos. La Organización ha ido creciendo en su capacidad, empezó con una beca de $500 en 1978, para 2007 llegó a tener 80 becas de $2000.
En 1985 se levantó una estatua en honor a Rankin, en el Salón del Santuario Nacional en el capitolio de los Estados Unidos, por su notable legado en la historia y su lucha con activista de los derechos humanos.
Era una mujer dinámica con gran pasión por la política y una devoción vitalicia hacia las causas del feminismo y la paz. Jeannette Rankin entendió la importancia de aprovechar el talento y la pericia de las mujeres para construir mejores sociedades.
“El hombre y la mujer son como la mano derecha y la izquierda; es un disparate no usar las dos”, declaró.
Fuente: wikipedia
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