Revolucionaria rusa que participó directamente en la planificación del asesinato de Alejandro II, en los atentados de Odessa de 1880 y de San Petersburgo del 13 de marzo de 1881. Pasó 20 meses encarcelada en régimen de incomunicación en la fortaleza de Pedro y Pablo (San Petersburgo) y mas tarde, 20 años en la fortaleza de Schlüsselburg, tiempo en el que escribió poesía y organizó protestas colectivas contra el régimen carcelario.
Vera Figner nació en Kazan
(Rusia), un 7 de julio de 1852 y fue la mayor de seis hermanos. Pertenecía a
una familia de clase media acaudalada que hizo posible que, en su determinado
momento, tuviera acceso a una especie de educación superficial que era la que
se le brindaba a la mujer en Rusia durante los gobiernos zaristas. Es decir, su
condición social le permitía optar a una educación trivial y poco aleccionadora
en lo que respecta a conflictos sociopolíticos o métodos científicos. Sin
embargo, Figner rompió el esquema.
Entre 1863 y 1869 se educó en el
Instituto de Señoritas Rodionovsky de Kazan. No obstante, pese a estas
imposiciones, la misma Figner nos dice en sus Memorias que cuando logró salir
“del encierro de su pensionado se sintió jubilosa, llena de libertad” y a
partir de ese momento empezó a crearse una posición que la hacía pensar que “no
podía vivir sin dejar una huella”. En otra parte de su texto sigue diciendo que
todo esto la llevó a enterarse de las diferencias entre su posición de
privilegio y la miseria de los campesinos y obreros.
Vera con su madre |
Tomó conciencia del rol que podía
jugar en este nuevo escenario y en 1870 se matriculó en la Universidad de Kazan para
estudiar medicina; ese mismo año se casó en un matrimonio de conveniencia con
el magistrado A. V. Filippov. Entre 1872 y 1875 amplió los estudios médicos en
la Universitat de Zuric (Suiza).
Influida por Sofia Bard y Mark
Natanson, en 1873 entró a formar parte del grupo «Frichi» (libre), de carácter
bakuninista y que pasará a ser el núcleo de la Organización Social revolucionaria
Panrusa, y se adhirió a la Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT).
En 1874 se matriculó en la
Universidad de Berna y conoció a P. L. Lavrov y Mijaíl Bakunin. En diciembre de
1875, ya divorciada de su marido y cuando la represión zarista golpeó duramente
el movimiento revolucionario, volvió a Rusia para continuar la lucha y unos
años más tarde entró a formar parte de los grupos narodniks (populistas), y en
«Zemlia i Volia» (Tierra y Libertad). En 1876 participó en la manifestación revolucionaria de Kazan en Sant Petersburgo.
Entre 1877 y 1879 hizo de
enfermera y dirigió la propaganda revolucionaria a los pueblos de la zona de
Samara y Saratov. En 1879 tomó parte en el Congreso de Voronezh de «Zemlia i
Volia», y ese mismo año, después de la división de «Zemlia i Volia», formó
parte del Comité Ejecutivo de la nueva organización «Narodnaya Volya» (Voluntad
del Pueblo), destacando en las actividades de propaganda entre intelectuales,
estudiantes y militares en Sant Peterburgo, Kronstadt y el sur de Rusia.
Fue una destacada miembro del
movimiento nihilista, donde militaban numerosas mujeres antizaristas: Vera
Sazsulith, Praskovia Ivanóvskaya, OIga Liubatóvicht y Elizabeth Noválskaya, entre
otras, que contribuyeron a fomentar la rebeldía de otra gran pionera
Emma Goldman que a la edad de 13 años, se trasladó con su familia a San
Petersburgo, centro industrial e intelectual. Empezó a trabajar como obrera y a
relacionarse con estas mujeres del movimiento nihilista.
Cuando los ideales
prerrevolucionarios se bifurcaron en diferentes posiciones, las mujeres lideradas en su momento por Figner, trataron de hacer una conciliación de ambas
posturas. De ahí que los movimientos conocidos como “Hacia el Pueblo” “Tierra y
Libertad”, “Tierra o Muerte” y “Reparto Negro” al final se conformaron en la
agrupación política que se conoció como “Voluntad del Pueblo” la que significó
una transformación fundamental en el movimiento populista ruso que
llegó a ser el primer partido de profesionales revolucionarios en este país.
Vera participa en la revista
Rabotnik (Trabajador) y mas tarde fue una de las creadoras de la sección
militar de «Narodnaia Volia», encargada de organizar atentados contra el zar.
Participó directamente en la planificación del asesinato de Alejandro II, en
los atentados de Odessa de 1880 y de San Petersburgo del 13 de marzo de 1881.
Consiguió huir de la represión y desplegó su trabajo propagandístico en Odessa.
Como único miembro del Comité Ejecutivo de «Narodnaya Volya» en libertad,
intentó resucitar el movimiento a partir de 1882.
El 10 de febrero de 1883,
traicionada por un infiltrado, fue detenida en Jarkov y el 28 de septiembre de
1884 es condenada a muerte por el Tribunal Militar del Distrito de Sant
Petersburgo en el «Juicio de los Catorce», pero la sentencia fue conmutada,
gracias a la intercesión del periodista Niko Nikoladze, a trabajos forzados a
perpetuidad en Siberia.
Pasó 20 meses antes del juicio
encarcelada en régimen de incomunicación en la fortaleza de Pedro y Pablo (Sant
Petersburgo), para permanecer después, 20 años en la fortaleza de
Schlüsselburg, hasta septiembre 1904, tiempo en el que escribió poesía y
organizó protestas colectivas contra el régimen carcelario, siendo finalmente
deportada a Arkhangelsk y tiempo mas tarde a Nizhny Novgorod.
Amnistiada en 1905 por el zar
Nicolas II, en 1906 pudo ir al extranjero con un permiso para tratarse
médicamente. Se dedica entonces a crear comités de ayuda a presxs políticxs
rusxs en diferentes ciudades europeas, recaudando dinero y publicando un
folleto sobre las prisiones rusas que fue traducido a diferentes idiomas.
Entre 1907 y 1909 militó en el Partido Social-Revolucionario, que abandono cuando descubrió que el destacado militante Jevno Azef era un agente doble.
Entre 1907 y 1909 militó en el Partido Social-Revolucionario, que abandono cuando descubrió que el destacado militante Jevno Azef era un agente doble.
En 1915 volvió a Rusia, pero fue
detenida en la frontera, juzgada y condenada a la deportación en Nizhny
Novgorod bajo vigilancia policíaca. En diciembre de 1916, gracias a su hermano
Nicolás, solista de los Teatros Imperiales, se le permitió vivir en Sant
Petersburgo.
Tras la Revolución de Octubre de
1917, en la que no participó porque no aceptó la manera como se llevaba a
término, empezó a redactar su libro autobiográfico Sapexatlionnii trud (Memorias
de una revolucionaria), que tuvo un gran éxito y que fue traducido a muchos
idiomas. En estos años, siempre crítica con el gobierno bolchevique, formó
parte de la Sociedad de Expresos Políticos y Exiliados y colaboró con la
revista Katorga . También escribió una serie de biografías y diversos
artículos sobre la historia del movimiento revolucionario ruso de la década de
1870 y 1880.
A partir de 1921 presidió el
«Comité por la memoria de Kropotkin», radicado en el Museo Kropotkin. En 1927
participó en el documental Padenie dinastii Romanovych, de Esfir Shub. En 1931
fue procesada por el estalinismo, pero vivió en libertad en Moscú bajo la
estrecha vigilancia de las autoridades soviéticas. Falleció el 15 de junio
de 1942 en Moscú y fue enterrada en el cementerio moscovita de Novodevichy.
En la historia que se ha escrito
sobre la revolución rusa, cuando se aborda la parte prerrevolucionaria se dejan
de lado diversos hechos liderados por mujeres que fueron trascendentales en la
culminación de ésta. La que más llama la atención de estas mujeres es
precisamente Vera Figner por ser una de la primeras en involucrarse y una de
las pocas que dejó escritas sus Memorias, texto a través del cual se le puede
dar seguimiento a las estrategias y a las formas de lucha que adoptaron, tanto
las mujeres así como los diversos movimientos que se crearon para la época.
Junto a ella, otras figuras femeninas como Vera Zasúlich a quien el pueblo le
denominaba “santa” por haber disparado sobre el tiránico gobernador Trépov o
Sofía Peróvskaya la primera mujer ejecutada por haber cometido un crimen
político.
Figner pensaba que no era posible
crear distinciones entre la palabra y el hecho: apoyaba una especie de praxis
revolucionaria. Por tal razón tomó parte activa en los esfuerzos para llevar la
educación elemental y política a la clase obrera, además de ofrecer charlas
sobre socialismo y feminismo a las mujeres.
Fuentes: Wikipedia; El Nuevo
Diario ;Guegue.Com
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