domingo, 7 de julio de 2013

Artemisia Gentileschi . La pasión en el arte.



Una artista que usó el arma de su personalidad y de sus cualidades artísticas, contra los prejuicios expresados en contra de las mujeres pintoras. Consiguió ingresar en el círculo de los pintores más respetados de su época y pintó cuadros históricos y religiosos en un momento en que estos temas heroicos eran considerados inadecuados para el espíritu femenino, siendo una de las mujeres de su época que destaca por desnudos femeninos. Retocó y modificó obras de su padre, dotándolas de un realismo que antes no tenían y añadiendo una atmósfera dramática, acentuando el claroscuro a la manera de Caravaggio. Ella, en sus cartas a sus mecenas, se citaba así misma como una mujer que escondía en su pecho el ánimo de un césar.



Artemisia nació en Roma, el 8 de julio de 1593. Fue la hija mayor del pintor Orazio Gentileschi, seguidor del estilo de Caravaggio. La niña perdió a su madre a los doce años y quedó al cuidado de su padre, quien la guió en el arte de la pintura, mostrándole el trabajo de los artistas de Roma y enseñándole la técnica del contraste de luz y sombra (chiaroscuro) característico del tenebrismo, que tuvo gran influencia en su obra, si bien ella llegó a tener una manera muy personal de enfocar los temas.

Algunos mencionan como su primera pintura a "La Virgen" fechada en 1609 que se encuentra en la Galería Spada. Otros dicen que la primera fue "Susana y los Ancianos", firmada a los diecisiete años. Se habla ya de una influencia del estilo de Caravaggio en esta obra, pero se acerca más a la técnica clásica de la escuela de Bologna. A los diecinueve años, dado que el acceso a la enseñanza de las academias profesionales de Bellas Artes era exclusivamente masculino, y por tanto le estaba prohibido, su padre le dio un preceptor privado, Agostino Tassi,

Artemisa fue conocida en las biografías de pintores no por su obra, sino por haber sido victima de una violación por Tassi cuando ella tenía, según su padre, quince años y por los datos documentados, dieciocho. Si bien al principio su preceptor prometió salvar su reputación casándose con ella, más tarde renegó de su promesa, pues ya estaba casado, y Orazio lo denunció ante el tribunal papal. La  instrucción, que duró siete meses, permitió descubrir que Tassi había planeado asesinar a su esposa, cometió incesto con su cuñada y había querido robar ciertas pinturas de los Gentileschi. 

 
Autoretrato
Del proceso que siguió se conserva documentación exhaustiva, que impresiona por la crudeza del relato de Artemisia y por los métodos inquisitoriales del tribunal. Artemisia fue sometida a un humillante examen ginecológico y torturada usando un instrumento que apretaba progresivamente cuerdas en torno a los dedos — una tortura particularmente cruel para un pintor.

A pesar de todos sus desmanes, más que probados, Agostino Tassi solo fue condenado a un año de prisión, y ni siquiera cumplió íntegra la condena, pues a los ocho meses estaba otra vez recorriendo las calles de Roma y aunque el caso tuvo mucho repercusión y Tassi fue declarado culpable, aquel suceso no afectó a su carrera. De hecho, fue a partir de ese momento cuando comenzó a recibir los encargos más importantes, entre ellos la decoración de distintos palacios de las familias más importantes de Roma.

Este es el testimonio de Artemisia en el proceso, según los documentos de la época:

    Cerró la habitación con llave y una vez cerrada me lanzó sobre un lado de la cama dándome con una mano en el pecho, me metió una rodilla entre los muslos para que no pudiera cerrarlos, y alzándome las ropas, que le costó mucho hacerlo, me metió una mano con un pañuelo en la garganta y boca para que no pudiera gritar y habiendo hecho esto metió las dos rodillas entre mis piernas y apuntando con su miembro a mi naturaleza comenzó a empujar y lo metió dentro. Y le arañé la cara y le tiré de los pelos y antes de que pusiera dentro de mi el miembro, se lo agarré y le arranqué un trozo de carne. Eva Menzio (editora), Artemisia Gentileschi, Lettere precedute da Atti di un processo di stupro, Milán, 2004

Gracias a los documentos históricos hoy sabemos que Tassi no abandonó nunca su conducta criminal, pues existen registros de nuevos procedimiento judiciales en 1619, 1622 y 1630. El padre de Artemisa y Agostino Tassi volvieron a ser amigos y trabajar juntos cuando este último recuperó la libertad, hecho que se sumó al dolor y la humillación de Artemisia. Agostino Tassi aparece en las biografias como pintor experto en perspectivas, y en las mismas biografías Artemisia Gentileschi aparece literalmente como «hija de Orazio Gentileschi y violada por Agosrino Tassi».

Un mes después del juicio, Artemisia se casó, en un matrimonio arreglado por su padre, con un pintor florentino, Pierantonio Stiattesi (o Pietro Antonio Stiattesi), un modesto artista. Artemisia y su marido se instalaron en Florencia en 1614 donde la artista fue la primera mujer en ser admitida en la Accademia del Disegno (Academia del Dibujo), pudo relacionarse con artistas reconocidos, conseguir el patronazgo de personas importantes, como el duque Cosimo II de Médici y la duquesa Cristina, y tuvo una buena relación con Galileo Galilei. 


Judith y su doncella (1618-1619), Palazzo Pitti, Florencia.

Ganó también la admiración de Buonarroti el Joven (sobrino de Miguel Ángel) que le encargó una pintura para el techo de la galería de la Casa Buonarroti, una Allegoria dell’inclinazione (Alegoría del talento natural), que era representada por una mujer desnuda sosteniendo una brújula, pero posteriormente, el heredero de Buonarroti el Joven contrató a Voltarrone para pintar unos paños que cubrieran el desnudo. 

Probablemente de esta época son también “La conversión de la Magdalena”, “Judith con su doncella”, que actualmente están en el Palacio Pitti, y otra “Judith Decapitando a Holofernes” que es considerada su obra maestra, de mayores dimensiones que la anterior, con los rasgos de su rostro en Judith y de Tassi en Holofernes, hoy ubicada en la galería de los Uffizi. La oscuridad y gráfica violencia de esta obra, la frialdad con que Judith decapita a Holofernes, se atribuyen a su violación y al proceso humillante que le siguió.



"Giuditta che decapita Oloferne" (1612-1613) Galleria degli Uffizi


Mientras estuvo en Florencia, Artemisia y Pierantonio tuvieron cuatro hijos y una hija. Pero sólo la hija, Prudenzia, llegó a la edad adulta. A pesar de su éxito, debido a un exceso de gastos suyos y de su marido, el periodo florentino estuvo lleno de problemas con los acreedores y con su esposo, por lo que es razonable suponer que fue esto lo que motivó su regreso a Roma que realizó de manera definitiva en el año 1621. Con ella llevó a su hija Prudenzia, con la que más tarde se trasladó a Nápoles. Después de la muerte de su madre, la vida de esta hija cae en la oscuridad y resulta desconocida.

Ese mismo año en que, separada de su marido, Artemisia llegó a Roma, su padre Orazio dejó la ciudad y se trasladó a Génova. Algunos creen que Artemisia siguió a su padre (incluso para explicar la persistencia de una afinidad de estilos que, aún hoy, dificultan determinar quién de los dos pintó ciertas obras); pero no hay suficientes pruebas al respecto. La mayor parte de las evidencias apoyan la idea de que Artemisia permaneció en Roma, como mujer independiente, intentando encontrar una casa y criar a sus hijas. Además de Prudenzia, tuvo otra hija natural, probablemente nacida en 1627.

Artemisia demostró tener la sensibilidad justa para tomar las novedades artísticas y la determinación precisa para vivir como protagonista esta extraordinaria estación artística de Roma, meta obligada de artistas de toda Europa. Artemisia entró a formar parte de la Accademia dei Desiosi. Con motivo de ello fue celebrada con un retrato grabado que, en la dedicatoria, la califica como «Pincturare miraculum invidendum facilius quam imitandum». De esta misma época data su amistad con Cassiano dal Pozzo, un humanista, coleccionista y gran mentor de las bellas artes.

Sin embargo, a pesar de su reputación artística, su fuerte personalidad y la red de buenas relaciones, Roma no fue tan lucrativa como ella esperaba. Se apreciaba su arte en los retratos y su habilidad para poner en escena a las heroínas bíblicas, pero a ella le estaban vedados los ricos encargos de ciclos de frescos y de los grandes retablos. La ausencia de suficiente documentación hace difícil seguir los movimientos de Artemisia en este periodo. Es seguro que entre 1627 y 1630 se trasladó a Venecia, quizá en busca de encargos más lucrativos: lo documentan los homenajes que recibió de los letrados de la ciudad de la laguna que alabaron la calidad de la pintora.

En 1630 Artemisia se trasladó a Nápoles, una ciudad rica con talleres y amantes de arte, en busca de nuevas oportunidades laborales. El debut napolitano de Artemisia está representado por la Anunciación en el Museo de Capodimonte. Permaneció en Nápoles durante el resto de su carrera con la excepción de su breve estancia en Londres y algún otro viaje. Nápoles representó para Artemisia una especie de segunda patria. Tuvo buenas relaciones con el virrey, el Duque de Alcalá y de intercambio con sus pares y con los mayores artistas que allí estaban, comenzando por Massimo Stanzione, con quien, según el escritor del siglo XVIII Bernardo de' Dominici, comenzó una colaboración artística basada en una auténtica amistad y parecidos artísticos.

En Nápoles, por primera vez, Artemisia empezó a trabajar en cuadros para una catedral, dedicados a San Gennaro nell'anfiteatro di Pozzuoli (San Jenaro en el anfiteatro de Pozzuoli). Durante su primer periodo napolitano pintó Nascita di San Giovanni Battista (Nacimiento de san Juan Bautista) que se conserva en el Museo del Prado de Madrid, y Corisca e il satiro (Corisca y el sátiro), en una colección privada. En estas pinturas Artemisia demuestra nuevamente su capacidad de renovarse según los gustos artísticos de su tiempo y de manejar diferentes temas, en lugar de las usuales Judith, Susana, Betsabé, y Magdalena penitente, por las que ya era conocida.


 Nacimiento de San Juan Bautista (1633-1635) Museo del Prado

En 1638 Artemisia se reunió con su padre en Londres en la corte de Carlos I de Inglaterra, donde Orazio se convirtió en pintor cortesano y recibió el importante encargo de decorar un techo (alegoría del Trionfo della pace e delle Arti [Triunfo de la paz y de las artes]) en la Casa delle Delizie de la reina Enriqueta María de Francia en Greenwich. Padre e hija estaban una vez más trabajando juntos, aunque ayudar a su padre probablemente no fuera su única razón para viajar a Londres: Carlos I la había llamado a su corte, y no era posible rechazarlo. Este rey era un coleccionista dispuesto a arruinar las finanzas públicas para satisfacer sus deseos artísticos. La fama de Artemisia probablemente lo intrigase, y no es una coincidencia que su colección incluyera un cuadro muy sugerente, el Autoritratto in veste di Pittura ("Autorretrato como la Alegoría de la Pintura").

Orazio murió repentinamente en 1639 y Artemisia tuvo que cumplir sus propios encargos después de la muerte de su padre, aunque no hay obras que puedan asignarse con certeza a este periodo. Se sabe que Artemisia ya había abandonado Inglaterra en 1642, cuando se producían las primeras escaramuzas de la guerra civil. No se sabe mucho de sus movimientos posteriores. Se cree que partió definitivamente a Nápoles en 1642 donde pasó el resto de su vida. Los historiadores saben que en 1649 estaba de nuevo en la ciudad, en correspondencia con Don Antonio Ruffo de Sicilia quien se convirtió en su mentor en su segundo periodo napolitano.

Se pensó que Artemisia había muerto en 1653. Evidencias recientes, sin embargo, muestran que aún aceptaba encargos en 1654, aunque dependía cada vez más de su asistente, Onofrio Palumbo.


Autoretrato

Es probable que la artista haya muerto durante la plaga que hubo en Nápoles en 1656, y fue prácticamente olvidada después de su fallecimiento. Roberto Longhi, en un ensayo titulado “Gentileschi, padre e hija” del año 1916 manifiesta sobre Artemisia que fue “la única mujer en Italia que alguna vez supo algo sobre pintura, colorido, empaste y otros fundamentos”. Las expresiones de Longhi, aunque tienen un tinte machista y son totalmente cuestionables, puesto que anteriormente existieron otras pintoras exitosas, como Sofonisba Anguissola, Lavinia Fontana y Fede Galizia, contienen una valoración de la estatura de esta gran artista, a pesar de lo cual no se generó un verdadero interés en ella hasta épocas más recientes en las que inspiró a escritoras, dramaturgas y cineastas.

Artemisia tiene contemporaneas como Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana pintoras que destacaban más en el arte del retrato. Sin embargo, era difícil que, además de estos retratos, además de los bodegones, o además de interiores, una mujer escogiera los temas heroicos y una determinada manera de reflejar los desnudos. Como Miguel Angel, a quien ella admira mucho, retrata los desnudos masculinos, Artemisia siente una especial predilección por retratar los desnudos femeninos. Un primer desnudo, que es el que ella pinta cuando tenía 16 años, Susana y los viejos, será el primer desnudo que la haga famosa. Posteriormente será muy conocida en su época porque son desnudos con un cierto tamaño monumental, la monumentalidad de Miguel Angel, que también está presente en su obra. Con este desnudo comienza su obra. Con una Susana que sufre el acoso y que enfoca de manera distinta a como era usual. La Susana acosada por los viejos era pintada por otros pintores como una mujer que disfrutaba en el momento del baño. Sin embargo, Artemisia la pinta en el momento en que está, con horror, retirándose de la lascivia de esos hombres.


“Susanna e i Vecchioni” (1610) Castillo Weissenstein, Pommersfelden,  Alemania


También hay que destacar otra de las obras que pintó, una Magdalena que es uno de sus cuadros más bellos y cuya atribución no conocían los expertos de arte italiano en España: la Magdalena de la catedral de Sevilla. El cuadro había estado primero en restauración, después en contaduría, nunca estuvo expuesto a la vista del público y hoy está en el palacio Arzobispal, pero no se puede ver.

Francisca E Carreño introduce esta Magdalena en el catálogo del duque de Alcalá, que fue Virrey de Nápoles cuando Artemisia vivía allí, al final de su vida. Esta Magdalena pasó a Sevilla, primero al palacio de Pilatos y después a la catedral, a una capilla donde estaba originariamente. No es caprichoso que esta Magdalena no aparezca en absoluto con la apariencia con que puedan aparecer otras Magdalenas, como la del Greco o cualquier otra que vemos pintada en su época. Esta es una Magdalena que está entre la nostalgia y el éxtasis, y que tiene un pomo de perfume que era la simbología que acompañaba siempre a las Magdalenas, una Magdalena nostálgica de algo que añora. No es la Magdalena a la que estamos acostumbrados.

Es curioso, por tanto, ese tratamiento que ella va dando a sus figuras. Por una parte tenemos a las Bethsabés, Susanas y Magdalenas, que son mujeres que se han visto presas de su destino. Por otra parte,  Cleopatra, Lucrecia, mujeres que sí dominan su destino, pero trágicamente. Lucrecia, que, para salvar su honra porque había sido violada, se suicida. En otro grupo están también las Minervas, figuras que no tienen referente histórico, que son referencias de otro tipo, y siempre las pinta de manera altiva, de manera distante. Pero están en último lugar aquellas como la figura de Judith, la figura de Esther o la figura de Yael, que son las vengadoras.



Magdalena . Sala del Tesoro de la catedral de Sevilla, h. 1625


Principales obras de Artemisa

    Susanna e i vecchioni, Colección del conde de Schönborn, Pommersfelden, 1610

    Madonna col Bambino, Galería Spada, Roma, 1610-11

    Giuditta che decapita Oloferne, Galleria degli Uffizi, Florencia, 1612-13

    Danae, Museo de Arte de San Luis, San Luis, (Misuri), h. 1612

    Minerva, Sopraintendenza alle Gallerie, Florencia, h. 1615

    Autoritratto come martire, Colección  privada, h. 1615

    Allegoria dell'Inclinazione, Casa Buonarroti, Florencia, 1615-16

    Maddalena penitente, Colección privada  (M A. S Collection, Los  Ángeles)

    La Conversione della Maddalena, Galleria Palatina, Palacio Pitti, Florencia, 1615-16

    Autoritratto come suonatrice di liuto, Curtis Galleries, Minneapolis, h. 1615-17

    Giuditta con la sua ancella, Galleria Palatina, Palacio Pitti, Florencia, 1618-19

    Santa Caterina di Alessandria, Galleria degli Uffizi, Florencia, h. 1618-19

    Giaele e Sisara, Museo de Bellas Artes, Budapest, 1620

    Cleopatra, Collezione della Fondazione Cavallini-Sgarbi, Ferrara, h. 1620

    Allegoria della Pittura Museo de Tessé, Le Mans, 1620-30

    Giuditta che decapita Oloferne, Uffizi, Florencia, h. 1620

    Santa Cecilia, Galería Spada, Roma, h. 1620

    Cleopatra, Col. Amedeo Morandorri, Milán, 1621-22 (para algunos obra de su padre)

    Retrato de un confaloniero, Col. Comunali d'Arte, Palacio de Accursio, Bolonia, 1622

    Susanna e i vecchioni, The Burghley House Collection, Stamford, Lincolnshire, 1622

    Lucrezia, Gerolamo Etro, Milán, h. 1623-25

    Maria Maddalena come Melanconia, Sala del Tesoro de la catedral de Sevilla, h. 1625

    Giuditta con la sua ancella, Detroit Institute of Arts, h. 1625-27

    Venere dormiente, Colección Barbara Piasecka Johnson, Princeton, Nueva Jersey, 1625-30

    Ester e Assuero, Museo Metropolitano de Arte, Nueva York, h. 1628-35

    Annunciazione, Museo de Capodimonte, Nápoles, 1630

    Corisca e il satiro, Col. privada, 1630-35

    Clio, la Musa della Storia, Col. privada (ya Nueva York, Col. Wildenstein), 1632

    Aurora, Col. privada, Roma

    Nacimiento de san Juan Bautista, Museo del Prado, Madrid.





Fuentes:Wikipedia; mujerespintoras; “Artemisa Gentileschi”. Carmen Romero


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