Una de las personas más significadas del movimiento de renovación pedagógica catalán del primer tercio de siglo, de aquel magisterio que se comprometió a hacer una tarea de profunda regeneración social a través de la educación activa.
Rosa Sensat i Vila nace en El Masnou en 1873, hija de Jaime Sensat Maristany y de Josefa Villa y Riera, bordadora. Cuando tenía nueve años murió su padre y para poder subsistir, su madre que se encontraba embarazada, la abuela y ella misma se dedicaron con éxito a hacer bordados y encajes de bolillos.
Así, a los doce años se pudo matricular en el Colegio Barcelonès y preparar los exámenes de la Escuela Normal. Como no tenía donde alojarse en Barcelona, la directora del prestigioso colegio, Ángela Vallès, hizo una excepción y la aceptó en su casa. De esta manera, se convirtió en su maestra, mentora y, más tarde, en su suegra.
A los quince años Rosa Sensat ya ejercía de maestra en El Masnou. Estudió en la Escuela Central de Magisterio en Madrid, y luego en el Instituto Jean-Jacques Rousseau de Ginebra, para aprender de las nuevas ideas pedagógicas de varias escuelas de Europa. Tras sacar un par de oposiciones, ocupa la Plaza de la escuela de Parvulos en Girona. También fue parvulista en Madrid, donde amplió estudios y entró en contacto con la Institución Libre de Enseñanza.
Tras obtener el título de maestra normal, consiguió por oposición una plaza en la Escuela Normal de Alicante, a donde se traslada en 1901 y dos años mas tarde se casa con David Ferrer. Ejerció como profesora de ciencias hasta que, al saberse embarazada, renunció a su categoría y pidió el traslado a una escuela pública de niñas de Barcelona donde en 1904 nació su hija Àngels Ferrer i Sensat. Una vez en Cataluña desarrolló una importante labor a nivel de divulgación de las nuevas corrientes y experiencias. En cuanto a su actuación como maestra, cabe señalar la dirección de la Escuela del Bosque del Ayuntamiento de Barcelona (1.914-30) y la del Grupo Escolar Milá y Fontanals del Patronato Escolar (1930-39).
Rosa Sensat dirigió la sección de niñas de la Escuela de Bosque del Ayuntamiento de Barcelona, que fue una de las obras pedagógicas más exitosas de Sensat. La Escuela de Bosque nació de la positiva obsesión higienista del movimiento de la Escuela Nueva, promovida en 1910 por los concejales Pedro Corones i Ignasi Iglesias. Era una escuela al aire libre, al modo de la creada en 1904 por el médico alemán Baginsky. En 1914 abría las puertas y se convertía así la primera escuela activa pública de Cataluña en la que Rosa puso toda su experiencia, su amplia formación pedagógica y su gran sentido práctico al servicio de la empresa, nada fácil, de hacer una escuela en pleno aire libre.
Fue maestra en Poblenou y la Diagonal, donde escribió un diario de clase que expresa un gran entusiasmo por la educación. Nos describe iniciativas totalmente innovadoras al inicio del siglo XX, como hacer salidas escolares con las alumnas o limitar el tiempo empleado en la realización de labores de aguja, para dedicarlo al estudio de la naturaleza y hacer prácticas de tipo experimental. Entre sus anhelos destacan la necesidad de crear un ambiente escolar amable, similar al de un hogar, y favorecer el crecimiento personal de las niñas, así como avivar su sentimiento de dignidad para que se conviertan en mujeres "en el más elevado sentido de la palabra”.
Participó en diversos congresos: I Congreso Nacional de Enseñanza Primaria (1909), en Barcelona, III Congreso Internacional de Enseignement ménageries (París, 1922) y en el Congreso de Écoles Nouvelles (Niza, 1932).
Sensat desarrolló una intensa labor de educadora de la mujer, tarea que entroncaba con la corriente del feminismo catalán iniciado el cambio de siglo. Su feminismo es heredero de los planteamientos conservadores de Dolors Monserdà, impregnado de un sentido de acción social, de una intervención clara en los conflictos inmediatos, pero de manera deliberadamente alejada de la política.
Esta intervención social se traducirá en acciones de promoción de la mujer, especialmente de la mujer obrera. La situación del proletariado femenino era, en aquella época, bastante estremecedora para justificar suficientemente la acción de estas feministas de clase media. Ella conocía muy bien esta situación, que era la de la mayoría de las alumnas de la Escuela de Bosque y de sus familias.
Para ella las desigualdades entre sexos, la explotación de la mujer obrera y su promoción tenía un objetivo claro, proporcionar a las mujeres, a través de la educación, los conocimientos necesarios para convertirse en una mujer nueva. Para Sensat el problema feminista es un problema de educación y así lo expuso en 1916 en una Conferencia pronunciada durante el curso sobre «Educación femenina» en el Ateneo de Barcelona, donde también intervinieron Carme Karr, Leonor Serrano, Maria Domènech, Maria Baldó i Dolors Monserdà.
Quizás Sensat es quien concreta y encarna mejor la pedagogía de las feministas de ese primer tercio de siglo. Un feminismo que intentaba realizar su revolución sin desafiar demasiado el sistema. Pretendían llevar a cabo una misión imposible como era conseguir la igualdad de la mujer sin renunciar a la concepción de la familia vigente entre la burguesía y las clases medias catalanas.
Sensat, desde su feminismo quiere conjugar los viejos y los nuevos valores, la tradición y la modernidad. Así, sin abandonar la lucha por las conquistas de la igualdad y de la liberación, considera que la mujer debe recuperar su rol natural, especialmente dañado por las condiciones del trabajo a que ha sido sometida la mujer proletaria. Su propuesta es formar una mujer nueva, culta, activa y socialmente comprometida y al mismo tiempo, buena madre de familia. Es necesario contextualizar esta propuesta y el progresismo que suponía dentro de la sociedad de la época. Cabe señalar que intelectuales como Joan Maragall utilizan el análisis de la crisis de la educación familiar para mantener actitudes de un antifeminismo exacerbado.
Para Sensat la conclusión del análisis es que hay que educar a la mujer para ciudadana y para madre de ciudadanos. Las feministas de la tercera generación como Carme Karr, Leonor Serrano y Rosa, rompen el esquema apolítico de la conservadora Monserdà y así, a través de la educación escolar, creen que hay que forjar una nueva mujer comprometida social y políticamente.
Pero la gran obra del feminismo pedagógico de Rosa Sensat es el Instituto de Cultura y Biblioteca Popular de la Mujer, creado en 1908 por Francesca Bonnemaison, del cual fue secretaria y animadora. Ella condujo el proyecto de la fundadora y lo puso al servicio de enseñanzas nuevas que abrieran puestos de trabajo a la mujer.
El Instituto era una institución compleja, la casa de las nuevas mujeres, a las que proporcionaba los medios para satisfacer necesidades de formación, cultura y ocio. Era una obra feminista hecha por mujeres y para mujeres, con todas las connotaciones y contradicciones del feminismo catalán del primer tercio de siglo: por un lado quería hacer nuevas mujeres emancipadas y por la otra se dirigía a las obreras en la línea regeneracionista y proteccionista del catolicismo social de la época.
El Instituto era una institución compleja, la casa de las nuevas mujeres, a las que proporcionaba los medios para satisfacer necesidades de formación, cultura y ocio. Era una obra feminista hecha por mujeres y para mujeres, con todas las connotaciones y contradicciones del feminismo catalán del primer tercio de siglo: por un lado quería hacer nuevas mujeres emancipadas y por la otra se dirigía a las obreras en la línea regeneracionista y proteccionista del catolicismo social de la época.
En el año 1939, preocupada por la victoria de Franco en la Guerra civil española, Rosa se jubila dejándonos como legado una trayectoria personal y profesional marcada por haberse anticipado y propugnado unos principios educativos, una pedagogía activa, viva, participativa, alegre, que ponga en el centro la propia experiencia de descubrimiento de quien realiza el proceso de aprendizaje, desde una escuela laica, abierta y co-educativa, a principios del siglo XX.
Rosa Sensat falleció en Barcelona, en 1961 y cuatro años después, en su honor, fue establecida la Escuela de Maestros Rosa Sensat.
Fuentes: Rosa Sensat - © Fototeca.cat Rosa Sensat - © Fototeca.cat; Josep González-Ágapito; Wikipedia.
Me ha parecido interesantísima esta entrada. Me gustaría contactar con usted para consultarle algunas cuestiones pero no he podido. Le rogaría que me escribiera. Gracias.
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