Leonora Carrington Moorhead, pintora surrealista, escultora, grabadora y litógrafa. Familiarizada desde pequeña con los mitos celta muy presentes en sus cuadros y obras de teatro, a los que sumó los mundos mágicos y fantásticos que descubrió en México, un país que tuvo una enorme influencia en su obra por la variedad de culturas indígenas y prehispánicas.
Nació el 6 de abril de 1917 en el pueblo de Chorley, en
Lancashire, Inglaterra. Unica hija de cuatro hermanos, sus padres eran de
ascendencia irlandesa y raigambre católica, su familia se trasladó a Westwood,
donde creció, y luego a Irlanda, con la abuela. De ahí a Florencia y Londres,
donde en el año 1936 ingresa en la academia Ozenfant de arte. Al año siguiente
conoce a quien la introdujo indirectamente en el movimiento surrealista: el
pintor alemán Max Ernst. Entonces
el pintor ya contaba con 47 años y con bastante fama como surrealista. La gran
diferencia de edad, el hecho de que Ernst además estaba casado, así como sus
posiciones surrealistas radicales hacían que esta relación no contara con la
anuencia del padre de Leonora. A pesar de ello, la pareja se reencontró en
París y pronto se fueron a vivir a la provincia, al poblado de
Saint-Martin-d'Ardèche, en una casa de campo que adquirieron en 1938.
Durante su estancia en Paris,
entra en contacto con el movimiento surrealista y convive con personajes
notables del movimiento como Joan Miró y André Breton, así como con otros
pintores que se reunían alrededor de la mesa del Café Les Deux Magots, como por
ejemplo el pintor Pablo Picasso y Salvador Dalí. En 1938 escribe una obra de
cuentos titulada La casa del miedo y participa junto con Max Ernst en la
Exposición Internacional de Surrealismo en París y Ámsterdam.
A partir del momento en que los
nazis entraron en Francia el 24 de junio de 1940, denunció en las calles de
Madrid a Hitler, a Franco y a Mussolini. Desde el instante en que dos gendarmes
se llevaron por segunda vez a Max Ernst, el máximo pintor surrealista, a Les
Milles, un campo de concentración en Francia, Leonora luchó contra la
injusticia. La invasión de Polonia, la de Bélgica y de Francia la llenaron de
rabia y en Madrid, ya desesperada, pidió una entrevista con Franco para decirle
que no se aliara a Hitler y a Mussolini y repartió en la calle volantes
pidiendo el cese al fuego. Antes que muchos se enfrentó a Hitler y al fascismo.
Tras la detención de Max y su
encarcelamiento en el campo de Les Milles, Leonora sufre una desestabilización
psíquica. Ante la inexorable invasión nazi, se ve además obligada a huir a
España donde por gestión de su padre es internada en un hospital psiquiátrico de
Santander. De este período la pintora guardará una marca indeleble, que
afectará de manera decisiva su obra posterior.
En 1941 escapa del hospital y
arriba a la ciudad de Lisboa, donde encuentra refugio en la embajada de México.
Allí conoce al escritor Renato Leduc, quien terminará ayudándola a emigrar y ese
mismo año contraen matrimonio y viajan a Nueva York, antes de atravesar en auto por Nuevo Laredo, a México. Aquí
vivió sus últimos 69 años, salvo temporadas en que volvía a Nueva York o
Chicago.
Cuando llega a México lo hace a la vez que el exilio español y fue gran amiga de Buñuel; al año siguiente se divorcia de Renato Leduc, que decía de ella que era una mujer de otra especie, completamente ajena. Restablece sus lazos con varios de sus colegas y amigos surrealistas en el exilio, quienes también se encuentran en ese país, tales como André Breton, Benjamin Péret, Alice Rahon, Wolfgang Paalen y la pintora Remedios Varo, con quien mantendrá una amistad particularmente duradera.
Cuando llega a México lo hace a la vez que el exilio español y fue gran amiga de Buñuel; al año siguiente se divorcia de Renato Leduc, que decía de ella que era una mujer de otra especie, completamente ajena. Restablece sus lazos con varios de sus colegas y amigos surrealistas en el exilio, quienes también se encuentran en ese país, tales como André Breton, Benjamin Péret, Alice Rahon, Wolfgang Paalen y la pintora Remedios Varo, con quien mantendrá una amistad particularmente duradera.
En México sus cuentos publicados
son El séptimo caballo, La dama Oval, La trompetilla acústica, La casa del
miedo, Memorias de abajo y críticos y especialistas en el surrealismo han
analizado su obra extraordinaria y su vida fuera de serie.
Leonora Carrington, que no era
judía, se indignó más que ningún otro artista por el trato que se les daba a
hombres y mujeres, a aquellos ancianos y niños que fueron llevados, encerrados
en furgones sin luz ni aire, directos a un campo de exterminio. Desde entonces
jamás dejó de mostrar su rechazo a una de las grandes taras de la humanidad, el
holocausto.
Ciudadana Distinguida nombrada
así por el Gobierno del Distrito Federal; portadora de la Order of the British
Empire, otorgada por la Reina Isabel II de Inglaterra, y Medalla de Oro de
Bellas Artes, otorgado por el gobierno de México en el 2005. Falleció el 26 de
mayo de 2011, cuando contaba 94 años, victima de neumonía, en el Hospital Inglés, como lo llaman en México
porque lo fundó Lord Cowdray.
Carrington nunca cedió, jamás le
importaron las apariencias, nunca guardó la fachada, vivió para pintar y para
sus hijos -Gaby, filósofo y poeta, Pablo, pintor y médico con quienes tuvo una
relación entrañable, la más cercana que pueda darse entre una madre y sus
hijos-. El único fin de su vida fue defender su vocación de pintora y escribir
textos que nadie más que ella podría escribir, como el relato de su encierro en
el psiquiátrico de Santander, que escribió primero en francés y tituló En bas,
Down below, Memorias de abajo.
Autorretrato |
Leonora Carrington Moorhead, es símbolo del surrealismo, con obra expuesta lo mismo en The Edwards James Foundation,
en Chinchester, Inglaterra; que en The Metropolitan Museum of Art, en Nueva
York; el Museo de Arte Moderno, en la Ciudad de México; el National Museum of
Women in Arts, en Washington, D.C.; el Museo Nacional de Arte, en la Ciudad de
México, y otros recintos de París, Munich o Tokio. Escritora traducida al
menos a seis idiomas es definida como generosa, gruñona, aventurera y rebelde, de belleza
misteriosa, ojos azules, tambaleante agilidad, memoria en extinción, incierta y
solitaria, maga de Alejandro Jodorowsky.
El escritor Pável Granados, decía
de ella “Pensaba que no se iba a
morir nunca, que era inmortal, aunque en cierto sentido lo es porque su obra es
una fuente de sueños, una obra tan vital y tan fuera del tiempo. Pienso que
Leonora Carrington es una de las mentes más extravagantes, fuera de serie, es
una obra que se mantuvo a lo largo de los años”.
Fuentes: E.Poniatowska ; Wikipedia
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