1890, una mujer en la ciudad de Rosario, encabeza la primera marcha del 1 de Mayo enarbolando una bandera negra con letras rojas que rezaba: "1 de Mayo, Fraternidad Universal", su nombre es Virginia Bolten, lo que le costaría algunos momentos de prisión. Fundamentalmente fue una mujer luchadora y reivindicadora de los derechos laborales de la mujer que comenzó trabajando como aparadora de zapatos y luego en la Refinería Argentina de Azúcar.
Era hija de un vendedor ambulante
alemán. Su fecha de nacimiento no se registra y no existe acuerdo sobre su
lugar de nacimiento y si bien se presupone que ha sido argentina, algunos
sostienen que fue Uruguay. Trabajó en una fábrica de zapatos y luego en la
empresa azucarera Refinería Argentina de Rosario. Contrajo matrimonio con un
anarquista uruguayo de apellido Manrique, activista en el gremio de los
zapateros.
El 1 de mayo de 1890 Virginia Bolten toma la
palabra y arenga con un discurso revolucionario a los manifestantes presentes.
Su osada rebeldía le cuesta la prisión por el delito de atentar contra el orden
social existente. Su detención se efectúa frente al hecho de distribuir
propaganda anarquista entre los trabajadores de la Refinería Argentina. Su
presencia significa un hito fundamental en la lucha por los derechos de las
trabajadoras, al convertirse en la primera mujer oradora en una concentración
proletaria. A partir de este momento, propaga fervorosamente el ideario
anarquista a lo largo del país. El periódico La protesta humana le acompaña a
lo largo de los viajes que realizó para dar cuenta de los discursos que
lograron permear en la clase trabajadora oprimida.
Durante 1896/1897 editó el periódico
anarcofeminista La Voz de la Mujer, el primer periódico de tendencia
anarcofeminista de la Argentina. "Ni
Dios, ni patrón ni marido", era el eslogan del periódico que se
convierte en el primer manifiesto libertario dirigido por mujeres para mujeres,
siendo sostenido económicamente con el aporte de su trabajo como operadora de
calzado, y donde ella escribe acerca de las injusticias en contra de las
trabajadoras, siendo el primer órgano informativo con tendencia
feminista-anarquista que circula entre las mujeres trabajadoras.
En noviembre de 1900 fue arrestada
junta a Teresa Marchisio y otros cuatro anarquistas por organizar una
contramarcha en repudio a la procesión católica de la Virgen de la Roca, en
Rosario. También organizó la "Casa del Pueblo" junto a otros anarquistas,
realizando eventos político-culturales, debates, discusiones, lectura de poesía
y teatro para los obreros. El 20 de octubre de 1901 fue arrestada por
distribuir propaganda anarquista en las puertas de la Refinería Argentina
durante un conflicto en que murió por la represión policial el obrero Cosme
Budislavich.
En 1903, al aplicarse la Ley de Residencia en
Argentina, son numerosos los deportados anarquistas. De inmediato se organizan
campañas de oposición a esta medida, a fin de infundir fe y confianza entre la
comunidad activista. Por esta
razón, se realiza una manifestación en Montevideo, aprovechando la
conmemoración del 1 de Mayo, hacen uso de la palabra P. Gugliamone, O.Ristori y
Virginia Bolten. Sus discursos arengan contra los grupos dominantes de Argentina
por los atropellos y violencia institucional cometidos contra la clase obrera.
En 1904, Virginia se traslada a Buenos Aires y
forma parte del Comité de Huelga Femenino en el movimiento sindical que,
organizado por la Federación Obrera Argentina, moviliza a los trabajadores del
Mercado de Frutos porteño. A causa de su arrolladora actividad, comienza a
peligrar su salud. Los compañeros del grupo filo dramático "Germinal" convocan a todos los grupos libertarios y
sociedades obreras para realizar una función a beneficio de su persona.
En 1907, Virginia participa junto a otras
destacadas mujeres en la huelga de inquilinos como parte del "Centro Femenino Anarquista”. A raíz de su intervención en el
movimiento de inquilinos, se le aplica la Ley de Residencia y es expulsada al
Uruguay, siendo Montevideo su lugar de radicación definitiva. La casa de
Virginia en Montevideo se convierte en una base operativa de las vanguardias
libertarias deportadas de Argentina. Alli se reunió con su familia,
compuesta por Manrique y sus hijos pequeños. En 1909 colaboró con el periódico
anarcofeminista dirigido por Juana Rouco Buela, La Nueva Senda (1909-1910). En
Montevideo organizó protestas por la brutal represión del 1 de mayo de 1909 en
Buenos Aires, donde las fuerzas policiales de Ramón Falcón asesinaron cerca de
una decena de obreros. También participó en la campaña a favor del pedagogo
libertario Francisco Ferrer i Guardia, fusilado en Montjuich en 1911. En ese
año trabajó en la Asociación Femenina- Emancipación, organizando a las mujeres
anticlericales, a las operadoras telefónicas (en su mayoría mujeres).
Formó parte del grupo que apoyó el
anarco-battlismo, anarquistas que apoyaban al régimen del presidente reformista
Batlle y Ordóñez, que laicizó el estado y la repartición pública, además de
nacionalizar empresas de capitales extranjeros. Durante este proceso, el
anarquismo perdió apoyo popular y ganó preponderancia el Partido Socialista de
Uruguay.
Poco se sabe de los últimos años
de su vida. Integró el Centro Internacional de Estudios Sociales, una
asociación libertaria de Montevideo durante 1923. Según se cree, continúo
viviendo en el barrio de Manga, en Montevideo hasta su muerte, alrededor de
1960.
Fuentes: Erika Cervantes; Molyneux,
Maxime. Movimientos de Mujeres en America Latina; Rama, Carlos M y Cappelletti,
Angel J. El anarquismo en America Latina.
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