Gran narradora norteamericana y una mujer viajera, aventura y transgresora. Una de esas
transgresiones consistió en vivir relaciones sentimentales de acuerdo a sí
misma, y no a los convencionalismos del momento, mostrándose manifiestamente
lesbiana.
Jane Auer nace en Nueva York un 22 de febrero de 1917. Hija de Sydney Auer y Clair Stajer Auer es miembro de una familia judía. Se crió en Woodmere (Long Island), pero al morir su padre en 1930, Jane se traslada a Manhattan con su madre y comienza a estudiar durante el primer semestre en la escuela pública Julia Richman. Madre e hija se alojarán junto a sus tíos maternos Bobbie, Carl y Florence en el Hotel de Croyden, donde inicia sus correrías amorosas con mujeres "de vida alegre", lo que generó que su madre decidiera el traslado familiar a Hyde Park.
Continuó su formación académica
en el colegio privado de Stoneleigh en Greenwich, pero no finalizó el curso
escolar debido a una caída de caballo que le provocó una tuberculosis y le
dañó la rodilla derecha causándole una cojera permanente. Durante el periodo
1932-1934 le tratarán su tuberculosis ósea en el sanatorio de Leysin (Suiza),
y es precisamente en este periodo cuando conoce al escritor francés Louis
Ferdinand Céline por quien -ya antes de conocerlo- sentía verdadera admiración
y marcó su dedicación vital a la literatura.
Jane comenzó a escribir siendo
niña, sus escritos -inéditos, aunque parece ser que fueron abundantes- nunca
se han llegado a encontrar, a excepción de la copia de una novela que parece
ser la inspiradora de su primera novela impresa, La Phaeton Hypocrite.
En 1938 se casó, a instancias de su madre, con el escritor Paul Bowles. Este matrimonio sería para Jane una tapadera respetable de su lesbianismo. Con Paul comenzaría una vida en continuo movimiento hasta que descubrieron Túnez a final de la década de los 40. En un primer momento se establecieron en una granja de Woodrow Road (Staten Island), dos años más tarde vivirían en Taxco (México) y, tras la Guerra, se marcharon de EE.UU al actual Sri Lanka, todo ello sin olvidar Nueva York, a donde viajaban continuamente, sobre todo, por trabajo de Paul.
En 1938 se casó, a instancias de su madre, con el escritor Paul Bowles. Este matrimonio sería para Jane una tapadera respetable de su lesbianismo. Con Paul comenzaría una vida en continuo movimiento hasta que descubrieron Túnez a final de la década de los 40. En un primer momento se establecieron en una granja de Woodrow Road (Staten Island), dos años más tarde vivirían en Taxco (México) y, tras la Guerra, se marcharon de EE.UU al actual Sri Lanka, todo ello sin olvidar Nueva York, a donde viajaban continuamente, sobre todo, por trabajo de Paul.
Conformaron una de las “parejas más
fascinantes y extrañas” del panorama artístico. Ambos tuvieron amantes, a
Jane se le conocieron varias: Cecil, Genevieve Philips, Helvetia Perkins, Cory,
Renee Henry, Martha Ruspoly, Mary Oliver... y la muy especial Cherifa, a quien
conoció en Tánger, una vendedora del mercado de granos que entró a trabajar
en su casa junto a dos mujeres más cuando se establecieron en Tánger.
Al poco tiempo de trasladarse a Tánger le diagnosticaron a Jane un problema cardíaco y en abril de 1957 tuvo un espasmo cerebral con una pequeña hemorragia que le ocasionó una parálisis parcial que le hizo perder incluso visión en el ojo izquierdo. Comenzó un periplo de médicos, primero viajaron a Londres y, en agosto, fue admitida en el Radcliffe Infirmary de Oxford, pero Jane se encontraba incómoda y solicitó el alta. De allí marchó al hospital Saint Mary, donde los médicos concluyeron que no había solución para mejorar su salud, por lo que decidieron regresar a Marruecos a finales de agosto. Aún así, en septiembre recae y viaja de nuevo al Radcliffe Infirmary de Oxford.
En 1958, la situación política de Marruecos hace que el matrimonio Bowles decida marcharse a Madeira, concretamente a Funchal. Pero la salud de Jane continúa siendo muy delicada y en abril se traslada a Nueva York con dos amigas, donde su madre la ingresará por unos meses en una clínica psiquiátrica, volviendo después a Tánger algo más recuperada pero con una salud física y mental debilitada.
Le resultará muy costoso volver a coger la pluma. Intentó, sin éxito, terminar de escribir la obra: Going to Massachussets pero sus facultades estaban muy deterioradas; a esto, además, habría que añadir la fuerte dependencia que generó hacia el alcohol y las drogas:
“Estoy ansiosa de volver a mi novela, a pesar de todo eso, pero probablemente se debe a que llevo un tiempo sin trabajar en ella y es posible que cuando empiece de nuevo vuelva a sentir un desánimo interno y un aburrimiento, comparado con el cual sería una fruslería cualquier orgullo herido.”
En 1960 recibiría una beca para
escribir una obra dramática, pero tampoco fue capaz de escribirla, solo logró
centrar la historia en Camp Cataract.
Tánger ocupó siempre para los
Bowles un lugar privilegiado, hicieron de él un punto de encuentro entre
escritores, músicos o figuras del teatro como Tennessee Williams, Truman
Capote ( que la llamaba "Cabeza de gardenia") o Gertrude Stein, entre
otros.
Emilio Sánz de Soto, Pepe Cárleton, Truman Capote, Jane y Paul Bowles, en Tánger a finales de los años cuarenta. - Archivo Pepe Cárleton |
En 1969, tras un ataque de
hipertensión, queda ciega y con serias dificultades para caminar y valerse por
sí misma, por lo que Paul decide que lo mejor es ingresar a la escritora en la
Clínica de los Ángeles, en Málaga. Allí le diagnostican, además una
psicosis maníaco-depresiva. Jane muere el 4 de mayo de 1973 intentando
finalizar las novelas Out in the World, y Going to Massachusetts que quedarán
ya inconclusas para siempre.
Tennessee Willimas consideró a
Jane Bowles como la escritora más subestimada de la literatura estadounidense.
Para John Ashbery, ella fue “una de las más exquisitas escritoras modernas de
ficción en cualquier idioma”. Jane concede en sus escritos una gran
importancia a la mujer, a lo femenino, relegando al hombre a un segundo plano,
por considerar que no es capaz de enriquecer sus composiciones.
Finaliza su primera novela, La
Phaeton Hypocrite, a final de 1937. Fue escrita en francés y la imprimió ella
misma pero, al perderse el original, no pudo ser publicada. Concluye su segunda
obra conocida: Two serious ladies, entre 1939 y 1941. Tres años más tarde
será publicada por Knopf. El título original Tree serious ladies será
modificado tras la revisión que Paul hace del manuscrito, en la que sugiere
una serie de cambios a Jane. En esta obra, trata los afectos, la sexualidad
femenina, y la inexistencia de raíces. Hay un claro referente a Paul, Jane y
su amante -en ese momento Helvetia Perkins, quien dejó a su marido e hijos por
ella-. El ritmo creativo de Jane es, en este periodo, vertiginoso. Entre 1943 y
1945 continúa escribiendo: Plain Pleasures (publicada en 1946), A Quarreling
Pair y In the summer house serán fruto de esta etapa, en el que se recogen sus
vivencias y experiencias en Vermont. Además, salen a la luz -publicadas
gracias a las gestiones de Paul- A day in the open y A Guatemalan Idyll.
A partir de 1946 comienza el declive de la escritora, dicen los entendidos que la brillantez de Jane se demuestra en una década de excelente creación, que va de sus 20 a sus 30 años. En 1947 comienza a trabajar en la novela “Out in the World” (nunca publicada pero, para muchos, Obra Maestra de la escritora) y en su estancia en Fez escribe el relato Camp Cataract, publicado en 1949. Entre 1950-1951 escribe un par de artículos para revistas East Side: North Africa y Everything is nice. No vuelve a escribir otro hasta 1957, para la revista Vogue: A stick of green candy. Un año más tarde inicia, en Madeira, Going to Masachussets, una obra que, pese a retomarla en varias ocasiones, nunca logrará concluir.
En 1966 se publican por primera
vez en Estados Unidos las Obras completas de Jane Bowles, pero no será la única.
Las últimas letras escritas por Jane datan de 1970, se trata de una reflexión
o nota dedicada a sí misma. Además, algunas de sus obras fueron representadas
en Brodway en vida de la escritora y muchas de ellas se han reeditado en varias
ocasiones.
A Jane Bowles hay que reconocerle,
al igual que a otras muchas autoras de la época, la apertura a nuevas normas
literarias, la transgresión... Sus viajes y aventuras, en solitario o con sus
amantes, hicieron que su literatura no fuera una continuación de la de su
marido, sino que tomó una vida y estilos propios e independientes a los de éste.
Aún así, las referencias y relación entre ellos son continuas. Aunque
vivieron sus últimos años separados, quienes les recuerdan se esfuerzan por
mantenerlos unidos, como sucedió, por ejemplo, en los actos de celebración
del centenario de Paul: a su figura queda inexorablemente unida la de Jane.
Siempre se hablará de ellos como “el matrimonio Bowles”.
La ruptura con los
convencionalismos sociales y morales de la época y el reflejo de sus
experiencias vitales hacen que la obra de Jane sea totalmente diferente a lo
que la sociedad estaba acostumbrada que una mujer escribiera, generando que su
obra tenga un significado especial.
Finalmente, ingresó en una clínica de Málaga, donde murió en
1973 a los 56 años. Sus restos
mortales descansan en el Cementerio de San Miguel de Málaga.
Fuentes: Wikipedia; MUJERES CON DISCAPACIDAD EN LA HISTORIA ( Consejeria para la Igualdad; Junta de Andalucia);
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