domingo, 30 de octubre de 2011

Clara Zetkin.

Política feminista alemana, creadora del Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), aunque cuenta con todos los atributos biográficos para figurar entre las grandes personalidades de la historia del movimiento obrero mundial suele aparecer como un personaje característico pero secundario en todas las historias generales del socialismo.


Clara Zetkin, nace el 5 de julio de 1857. Estudió magisterio en un instituto privado de Leipzig y al terminar, entró en contacto con el movimiento obrero y femenino alemán, uniéndose al Partido Socialista de los Trabajadores (SAP) en 1878. El SAP había sido fundado por la unión de dos partidos anteriores: la Asociación General de Trabajadores Alemanes y el Partido Socialdemócrata de los Trabajadores y  en 1890 cambió su nombre al actual Partido Socialdemócrata Alemán (SPD). 

Militó en el SPD hasta 1917 en que ingresa en el Partido Socialdemócrata Independiente de Alemania, concretamente en su ala más izquierdista, la Liga Espartaquista, donde junto con Rosa Luxemburgo fue una de sus principales figuras, oponiéndose a las tesis revisionistas de Eduard Berstein en el debate que tuvo lugar al inicio del siglo XX. 

Tras participar en el congreso fundacional de la Segunda Internacional Socialista en 1889, regresó a Alemania y editó el periódico de mujeres socialistas Die Gleichheit ("La Campana"), que llegará quizás a ser el periódico feminista de mayor tirada y de mayor influencia de todos los tiempos y que se publicó a partir de 1892. A pesar de la represión continua que las autoridades y sus antiguos compañeros ejercen sobre los "espartaquistas", Clara sigue al frente del bando internacionalista y dirigiendo el periódico de las mujeres socialistas hasta que en 1917 lo deberá abandonar por no seguir "la línea política del partido". 

Intentó la reorganización de la sección femenina del partido. Stuttgart será el principal centro ciudadano de su intervención -que en períodos de campañas políticas se extienden por todo el Estado- que pasa a ser uno de los "feudos" de la izquierda revolucionaria y la ciudad donde las mujeres socialistas gozan de una mayor implantación.

Clara Zetkin (en el centro) acude al Parlamento como diputada en 1920
Cuando Bismarck prohibió el Partido Socialdemócrata en 1881, decidió exiliarse por imposición propia y en noviembre de 1882 fue perseguida por la policía, refugiándose en Zurich y pasando posteriormente al exilio en París, donde jugó un importante papel en la fundación de la Segunda Internacional. 

Allí y a partir de su relación con los revolucionarios rusos conoce y contrae matrimonio con un joven exiliado: Ossip Zetkin. Nunca se casaron, pese a lo cual ella adopto el apellido de su marido, del que tuvo dos hijos. También en París conoció a Louise Michel y a Jenny Marx. 

Es nombrada delegada de las mujeres socialistas de Berlín y toma parte en los preparativos del Congreso Constituyente de la Internacional Socialista opuesta a la Internacional posibilista que también quiso crearse en París. Al año siguiente, en 1890, tras la derogación de la “leyes antisocialistas”, vuelve a Alemania para convertirse en uno de los cuadros más significados del socialismo alemán que sería hasta 1914 el espejo donde se miraría el socialismo internacional. Entre 1891 y 1917, editó el periódico "Igualdad". 

En 1893 participa en el III Congreso del partido socialdemócrata en Zurich y entabla amistad con Engels. Desde este Congreso la presencia de Clara será indisociable de todos los Congresos nacionales e internacionales del socialismo y de todas las conferencias de mujeres. En 1896 en el Congreso del SPD que se celebra en Gotha, Clara presenta el primer informe partidario importante sobre la cuestión de la mujer y las tareas de la socialdemocracia en donde se adelantan la exigencia al voto feminista, punto en el que muchos partidos socialistas no se mostrarán tan avanzados. 

Durante la Primera Guerra Mundial, Clara Zetkin, Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo junto a otros influyentes miembros del SPD, rechazaron la política pactista del partido con el gobierno, la cual suprimía las huelgas obreras durante el conflicto armado. Junto con otros activistas antibelicistas, Zetkin organizó una conferencia internacional de mujeres socialistas contra la guerra en Berlín en 1905 y a consecuencia de sus opiniones fue arrestada varias veces durante la guerra. 

Trabajo activamente  en la política sobre la mujer, la lucha por la igualdad de derechos y el derecho al voto, impulsando el movimiento femenino en la socialdemocracia alemana y en 1907 se convirtió en líder de la nueva Oficina de la Mujer del SPD, colaborando en la fundación del Congreso Internacional Socialista de Mujeres.


Clara y Rosa Luxemburgo
En el famoso Congreso de Sttutgart de 1907, en el que el trío Lenin-Rosa Luxemburgo-Martov, planteó una dura batalla sobre la cuestión de la guerra, Clara llevaría por su parte una violenta requisitoria en la comisión para tratar el derecho al voto de las mujeres contra los austromarxistas, a los que acusó de haber interrumpido la propaganda por este derecho. En otra ocasión, ella escribirá lo siguiente sobre este tema: 
“La Segunda Internacional toleró que las organizaciones inglesas afiliadas lucharan durante años contra la introducción de un derecho de voto femenino restringido... permitió también que el partido socialdemócrata belga y, más tarde, el austriaco, se negaban a incluir, en las grandes luchas por el derecho del voto, la reivindicación del sufragio universal femenino. . . que el partido de los socialistas unificados de Francia se contentasen con platónicas propuestas parlamentarias para la introducción del voto de la mujer".
En setiembre de 1915, mientras Clara y su amiga Rosa Luxemburgo se encontraban en la cárcel, tuvo lugar la Conferencia de Zimmerwald (una importante conferencia de dirigentes socialistas que se oponían a la guerra), en la que ambas mujeres fueron homenajeadas por su implacable lucha por la causa de la paz.



Reunión de dirigentes socialistas durante el Congreso de Zurich en 1893. Clara Zetkin es la
tercera por la izquierda, a su lado esta F. Engels y al fondo de la mesa A. Bebel

En 1916 Clara Zetkin fue una de las fundadoras de la Liga Espartaquista y del Partido Socialdemócrata Independiente de Alemania (USPD) y en noviembre de 1917 funda el suplemento femenino del periódico “espartaquista” Leipziger Volkezeitung. 

Dirigente de primer plano en el recién creado Partido Comunista alemán, Clara toma parte en las jornadas revolucionarias de enero de 1919 que concluirán con el asesinato de sus mejores amigos, Rosa Luxemburgo, Karl Liebknecht y Leo Jogiches y el fallecimiento natural -pero adelantado por los hechos- del veterano historiador y militante revolucionario Frank Mehring. El temple de Clara se hace ostensible cuando responde a este drama diciendo: “No lloraremos a nuestros muertos, hay que luchar”. 

Tras su incorporación al Partido Comunista de Alemania, es elegida representante en el Reichstag entre 1920 y 1933. De este periodo data su entrevista con Lenin sobre la "cuestión femenina". Ella se había planteado como un objetivo fundamental la organización del movimiento de mujeres socialdemócratas. En 1920, a la edad de 63 años, fue elegida Presidenta del Movimiento Internacional de las Mujeres Socialistas y ese mismo año visitó por vez primera a la Unión Soviética.





En 1921 formó parte importante de la Dirección de la III Internacional. Fue miembro de la oficina central del KPD y de su comité central. En 1924 asume la presidencia del Socorro Rojo Internacional que llevará adelante algunas campañas célebres como la defensa de Saco y Vanzetti. 

Su última actuación tiene lugar el 30 de agosto de 1932, cuando estaba enferma y medio ciega, el día de la apertura del Reichstag. Por su edad ella preside la sesión y en su intervención exige la creación de un frente proletario entre comunistas y socialdemócratas contra el nazi-fascismo. Cuando Adolf Hitler toma el poder y el Partido Comunista fue ilegalizado, Clara se exilia en Rusia. 

Clara Zetkin tuvo la visión para entender, junto a otras mujeres como Alexandra Kollontai, cuán importante era impulsar las demandas de justicia e igualdad de las mujeres trabajadoras. En el II Encuentro Internacional de Mujeres Socialistas participaron más de cien delegadas de 17 países, entre las que estaban Clara Zetkin y Kathy Duncker que un 29 de agosto de 1910, proclamaron el 8 de marzo como día de la mujer. En esa misma ocasión se discutió también acerca del voto femenino como derecho universal, y no ligado al "censo" como pedían las sufragistas. 

Las razones de la propuesta del 8 de marzo para las mujeres socialistas estaban en que en los años anteriores, habían tenido lugar numerosas huelgas de obreras y obreros en Estados Unidos y en Europa. En 1908, por ejemplo, 40 mil costureras industriales de grandes fábricas estadounidenses se habían declarado en huelga demandando el derecho de unirse a los sindicatos, mejores salarios, una jornada de trabajo menos larga, entrenamiento vocacional y el rechazo al trabajo infantil.


¡Compañeras, en reconocimiento a la lucha de las mujeres por sus derechos y el amor a la paz, propongo celebrar cada año el Día Internacional de la Mujer!¿Y por qué esta fecha, compañeras? Porque nos recuerda la lucha de aquellas costureras de Nueva York que en 1857 exigieron igualdad de salarios y jornadas de 10 horas. Ellas murieron quemadas por los dueños de la fábrica... ¡Pero vivirán siempre entre nosotras”.
Sus concepciones teóricas sobre la cuestión femenina están fundamentadas en dos obras clásicas del socialismo:”El origen de la propiedad privada, la familia y el Estado” de Engels y “La mujer y el socialismo”, de August Bebel, y avanzan nuevas ideas sobre nuevos problemas en el orden organizativo y sindical aunque encuentran una dura oposición por parte de la burocracia sindical y de algunos notables del partido en proceso de instalación en el statu quo. Sin embargo, defiende que no tiene por qué haber una organización autónoma de las mujeres, porque:
«…No hay más que un sólo movimiento, una sola organización de mujeres comunistas -antes socialistas- en el seno del partido comunista junto a los hombres comunistas. Los fines de los hombres comunistas son nuestros fines, nuestras tareas”, y esto se extiende a los otros niveles organizativos tradicionales.
No hay tampoco unas reivindicaciones específicas en temas como la sexualidad y el matrimonio y aunque no dejaría a su manera de plantear algunas de sus dudas, afirma junto con Lenin: “La preocupación de las mujeres comunistas, el de las mujeres trabajadoras, debería centrarse entorno de la revolución proletaria que pondrá las bases, entre otras cosas, para la modificación de las relaciones materiales y sexuales”. 

Para ella, el sufragismo era ”no sólo de un derecho natural, sino también un derecho social”, pero se negó a reivindicaciones específicas como la de la protección maternal. 

Clara y Alexandra Kollontai
En una de sus intervenciones en el Komintern propone la adopción de «remedios concretos y de órganos especiales que se encarguen de la agitación, organización y adiestramiento de las mujeres... considerando la especificidad cultural y moral de las mujeres», así como también, “la agitación programada y constante entre las mujeres todavía alejadas del partido, mediante asambleas públicas, debates y asambleas de fábricas, asambleas de amas de casa, conferencias de delegadas sin partido y apolíticas, agitaciones en las casas...". 

Pero a pesar de contar con el apoyo de Lenin y Trotsky sus planteamientos quedan en minoría, incluso entre las propias mujeres delegadas. Transcribimos a continuación un escrito de Lenin a Zetkin :
"Clara, aún no he acabado de enumerar la lista de vuestras fallas. Me han dicho que en las veladas de lecturas y discusión con las obreras se examinan preferentemente los problemas sexuales y del matrimonio. Como si éste fuera el objetivo de la atención principal en la educación política y en el trabajo educativo. No pude dar crédito a esto cuando llegó a mis oídos. El primer estado de la dictadura proletaria lucha contra los revolucionarios de todo el mundo... ­Y mientras tanto comunistas activas examinan los problemas sexuales y la cuestión de las formas de matrimonio en el presente, en el pasado y en el porvenir!".
En Rusia es nombrada presidenta de la Junta Internacional de Mujeres y poco después, muere a la edad de 76 años, en el sanatorio de Archangelskoje, en las proximidades de Moscú y sus restos mortales fueron depositados en las murallas del Kremlin con grandes honores.







Fuentes:http://es.wikipedia.org/wiki/Clara_Zetkin;http://www.mujergeneroyclase.com.ar/feminismoymarxismo/zetkinsuvida.htm;Pepe Gutiérrez-Álvarez

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