domingo, 5 de febrero de 2012

Murasaki Shikibu. “La dama Murasaki”


紫式部像

Novelista japonesa y una de las escritoras más importantes del país, autora de la que está considerada como primera novela del mundo, “Genji monogatari” – El relato de Genji-, la obra que más estudios ha suscitado en el mundo, aparte de la de Shakespeare, y que a diferencia de esta ultima, es prácticamente desconocida. De ella, Marguerite Yourcenar afirmó que no se ha escrito nada mejor en ninguna literatura.


No se dispone de mucha información sobre Murasaki. Su nombre es lo primero en ella que no es real, sino un seudónimo, formado por las palabras Shikibo-sho, que se refiere al cargo de su padre en la corte, y Murasaki, que se refiere al principal personaje femenino de su novela, y es el nombre del tinte de una planta, la púrpura imperial.

Nació a mediados del período Heian como hija del modesto letrado y literato Fujiwara, perteneciente a una familia de funcionarios letrados de la mediana nobleza, aunque lejanamente emparentada con la poderosa familia Fujiwara. Era bisnieta del gran poeta Kanesuki , algunos de cuyos poemas figuraban en la antología Kokinnshu.

Su padre, a pesar de ser un hombre culto no tuvo mucha relevancia como oficial en el gobierno y quizá en compensación a esto, se preocupó en ver que su hija fuese bien instruida. Murasaki Shikibu fue notable cuando aún siendo niña, aprendió a leer libros que incluso los más educados jóvenes encontraban difícil. Le dio una buena educación y la niña sobresalió por su gran inteligencia. Siendo mujer, en principio le estaba vedado el acceso a la instrucción, no obstante Murasaki supo aprovechar la oportunidad que le brindó su padre de aprender el chino, lengua oficial del poder que estaba vetada a las mujeres. Pronto empezó a destacar como alumna aventajada de su padre y su felicidad se vio ensombrecida durante su infancia por la pérdida de sus seres más queridos. Primero su madre, quien había muerto siendo un bebé y después su hermana mayor, quien se había hecho cargo de la pequeña.

Se casó con Fujiwana, que también murió poco después victima de una virulenta epidemia, dejándola sola al cuidado de sus dos hijas. Tras la muerte de su marido se retiró durante cuatro años para vivir en soledad. Su obra Genji monogatari, la novela psicológica más antigua de la literatura universal y la más importante de la literatura japonesa clásica, le granjeó no poca popularidad, por lo que el primer ministro Fujiwara la agregó a la corte de la emperatriz Akiko segunda esposa formal del emperador Ichijo, en el apacible período Heian, época prolífica para la cultura y las artes. 



Existen varias teorías sobre cuando el texto de El Relato de Genji fue terminado, pero tal parece que ella continuó escribiéndolo mientras servía a la emperatriz, falleciendo, posiblemente, poco después de terminar la novela, quizá cuando tenía al rededor de cuarenta años o más.

Las mujeres de la aristocracia Heian, se apropiaron del lenguaje cotidiano y por medio de la nueva escritura compusieron textos que constituyeron las novelas fundadoras de la literatura japonesa. Los monjes, funcionarios y científicos seguían escribiendo en chino, esto generaba que fuera considerado de mal gusto que las mujeres utilizaran esta lengua.

Dado el hecho que no podían salir del palacio, siendo “prisioneras” de la superposición de quimonos y la rigurosa etiqueta, las damas de la corte eran atentas observadoras de las idas y venidas de los nobles, descifraban las intrigas que veían formarse frente a sus ojos, las cuales relataban en sutiles y poéticos textos.

Genji monogatari es una extensísima narración que refiere la vida y aventuras amorosas del ficticio príncipe Hikaru Genji ("Príncipe Brillante") y las de sus descendientes a lo largo de 54 capítulos que ocupan un total de 4.200 páginas. Las primeras 41 empiezan con los amores entre el emperador Kiritsubo y una dama de inferior rango en su corte, de los que nace el protagonista, Genji. Este mantiene una ilícita aventura con su madrastra, la dama Fujitsubo, que concluye al morir Murasaki, la mujer que más ha significado en su vida; junto a esto se desarrolla,paralelamente, el ascenso social de Genji en la corte y su caída en desgracia, seguida de su exilio y retorno. Los 13 capítulos restantes (3 capítulos transitorios y los denominados 10 capítulos Uji) cuentan la historia de los descendientes de Genji: su hijo Kaoru y su nieto el príncipe Niou. Los amores y rivalidades de estos personajes continuarán la saga de Genji sin alcanzar el brillo de antaño. Sin embargo, este relato está entreverado de todo tipo de narraciones episódicas que convierten a la obra en un vasto fresco de la sociedad de su época.


El Genji Monogatari, manuscrito original. Se trazo siempre sobre papeles preciosos, realzados con toques de oro y plata.

De la novela se extrae una melancolía existencial motivada por el contraste entre el refinamiento aristocrático y las bellezas de la naturaleza y los sufrimientos y miserias originadas e impuestas a los sentimientos de los personajes femeninos, víctimas de una sociedad poligámica. El sentimiento de transitoriedad que confiere a la narración la filosofía budista que se acentúa hacia el final de la obra contribuye a esta sensación.

Basándose en los amores de Genji, el Príncipe Resplandeciente, relata a un joven encantador que cautiva mujeres nobles con poemas escritos en papel perfumado, anhelante de entender la fuerza misteriosa del amor. La historia del seductor abarca su vida amorosa, la pérdida y recuperación del poder imperial y la vida de sus hijos.

Murasaki combina el relato amoroso y erótico, la saga familiar, una minuciosa crónica de las costumbres sociales…y algo más: su tema central es la meditación del tiempo, el juego de los recuerdos conjugados con el presente y proyectados al futuro. Más de cuatrocientos cincuenta personajes, casi ochocientos waka o poemas de treinta y una sílabas, y, sobre todo, la mejor crónica de que se pueda disponer sobre la historia y la sociedad del Japón medieval. Entre los principales placeres de la novela se encuentran los retratos de las mujeres en la vida del príncipe Genji, a las que se describe individualmente con sus aristocráticos refinamientos, talento para el arte musical, el dibujo y la poesía, y su amor por las bellezas de la naturaleza. Conforme la obra se acerca al final, el tono se vuelve cada vez más maduro y sombrío, teñido por los juicios budistas sobre las alegrías efímeras de la existencia terrenal.

Esta obra maestra de la literatura japonesa, inspiraría a los pintores del Edokoro -una especie de academia bajo la dirección del gobierno-, que ilustraban sus principales escenas en rollos donde se sucedían imágenes y caligrafía acompañando el relato que se lee en la corte.

Gracias a la Novela de Genji se sabe que el juego de Go llegó a Japón en el año 1000 d.c, pero fue en el año 1602 que se hizo famoso, cuando el líder militar Tokugawua unificó Japón y estableció las escuelas de go. 

Principe Yuguri leyendo la carta de la Princesa Ochiba

En un pasaje de su diario se describe a sí misma como “bonita pero tímida, reacia a que me vean, insociable, entusiasta de los relatos antiguos, vanidosa, tan absorta en la poesía que los demás apenas existen. Desdeñosa con el mundo entero…tal es la desagradable opinión que la gente tiene de mi. No obstante, cuando me conocen dicen que soy extrañamente amable, del todo distinta a lo que les habían hecho creer. Sé que la gente me menosprecia como si fuese una vieja marginada pero me he acostumbrado a todo esto y me digo “Mi naturaleza es como es”.

De la lectura de este fragmento podemos inferir su grado de confianza en sí misma y en sus propias cualidades, su capacidad para prescindir de la opinión ajena rasgo este que no era común en la corte de Heian Kyo.

En cuanto a los atributos que le permitieron crear este mundo de ficción tan extraordinariamente rico, debemos señalar su aguda capacidad de observación y análisis así como el alto grado de sensibilidad estética, probablemente educada por la frecuentación de los clásicos chinos y otras lecturas; relatos escritos y poesía en lengua vernácula. Sus largas horas de ocio eran ocupadas en estas lecturas y en la escritura.

Murasaki Shikibu, en el Hyakunin Isshu.

La autora vivió el esplendor de la familia Fujiwara en el poder y la decadencia de la era Heian, y de forma preexistencialista apercibió el vacío y falsedad de la sociedad aristocrática de su tiempo, la misma que alimentaba el sufrimiento de las mujeres de su época. Su notable capacidad de observación la hizo reflejar con realismo todas las emociones propias del ser humano en un intento por redimir el alma femenina atrapada en las tradiciones machistas y patriarcales de la época Heian.

Escribió también una colección de poemas que la clasificó entre los llamados "Treinta y seis inmortales de la poesía" de la época, y también mostró su genialidad en otra famosa obra llamada Murasaki Shikibu no nikki (El Diario de Murasaki Shikibu), cuyo manuscrito aún se conserva.

Permaneció como dama de compañía de la emperatriz hasta el año 1013. Al año siguiente murió y su tumba se conserva en la antigua capital, Kioto, escenario de las andanzas de sus personajes.






A través de los años, los académicos se han entretenido con especular sobre la vida de esta dama, de quien muy poco se sabe. Gracias a diversa documentación (a pesar de los pobres o inexistentes registros que sobre las damas de la corte de entonces se tiene) y a sus obras, sobre todo a su famoso Diario, se ha logrado hacer una parcial reconstrucción de su personalidad y los eventos que envolvieron su vida, por lo que se ha sabido que gracias a su esmerada educación y gran capacidad de observación, logró plasmar con gran maestría en toda su obra  las emociones intrínsecas del ser humano como el amor, odio, sinceridad, celos, tristeza y otras, en un intento por redimir el alma femenina atrapada en lo juegos políticos y esquemas sociales impuestos por la preeminencia masculina en la sociedad Heian.



Genji Monogatari. Manga




Fuentes: Wikipedia; El portal de Yue- chan

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