紫式部像
Novelista japonesa y una de las escritoras más importantes del país, autora de la que está considerada como primera novela del mundo, “Genji monogatari” – El relato de Genji-, la obra que más estudios ha suscitado en el mundo, aparte de la de Shakespeare, y que a diferencia de esta ultima, es prácticamente desconocida. De ella, Marguerite Yourcenar afirmó que no se ha escrito nada mejor en ninguna literatura.
No se dispone de mucha información
sobre Murasaki. Su nombre es lo primero en ella que no es real, sino un
seudónimo, formado por las palabras Shikibo-sho, que se refiere al cargo de su
padre en la corte, y Murasaki, que se refiere al principal personaje femenino
de su novela, y es el nombre del tinte de una planta, la púrpura imperial.
Nació a mediados del período Heian
como hija del modesto letrado y literato Fujiwara, perteneciente a una familia
de funcionarios letrados de la mediana nobleza, aunque lejanamente emparentada
con la poderosa familia Fujiwara. Era bisnieta del gran poeta Kanesuki , algunos
de cuyos poemas figuraban en la antología Kokinnshu.
Su padre, a pesar de ser un hombre
culto no tuvo mucha relevancia como oficial en el gobierno y quizá en
compensación a esto, se preocupó en ver que su hija fuese bien instruida.
Murasaki Shikibu fue notable cuando aún siendo niña, aprendió a leer libros que
incluso los más educados jóvenes encontraban difícil. Le dio una buena educación
y la niña sobresalió por su gran inteligencia. Siendo mujer, en principio le estaba
vedado el acceso a la instrucción, no obstante Murasaki supo aprovechar la
oportunidad que le brindó su padre de aprender el chino, lengua oficial del
poder que estaba vetada a las mujeres. Pronto empezó a destacar como alumna
aventajada de su padre y su felicidad se vio ensombrecida durante su infancia
por la pérdida de sus seres más queridos. Primero su madre, quien había muerto
siendo un bebé y después su hermana mayor, quien se había hecho cargo de la
pequeña.
Se casó con Fujiwana, que también
murió poco después victima de una virulenta epidemia, dejándola sola al cuidado
de sus dos hijas. Tras la muerte de su marido se retiró durante cuatro años
para vivir en soledad. Su obra Genji monogatari, la novela psicológica más
antigua de la literatura universal y la más importante de la literatura
japonesa clásica, le granjeó no poca popularidad, por lo que el primer ministro
Fujiwara la agregó a la corte de la emperatriz Akiko segunda esposa formal del
emperador Ichijo, en el apacible período Heian, época prolífica para la cultura
y las artes.
Existen varias teorías sobre
cuando el texto de El Relato de Genji fue terminado, pero tal parece que ella
continuó escribiéndolo mientras servía a la emperatriz, falleciendo,
posiblemente, poco después de terminar la novela, quizá cuando tenía al rededor
de cuarenta años o más.
Las mujeres de la aristocracia
Heian, se apropiaron del lenguaje cotidiano y por medio de la nueva escritura
compusieron textos que constituyeron las novelas fundadoras de la literatura japonesa.
Los monjes, funcionarios y científicos seguían escribiendo en chino, esto
generaba que fuera considerado de mal gusto que las mujeres utilizaran esta
lengua.
Dado el hecho que no podían salir
del palacio, siendo “prisioneras” de la superposición de quimonos y la rigurosa
etiqueta, las damas de la corte eran atentas observadoras de las idas y venidas
de los nobles, descifraban las intrigas que veían formarse frente a sus ojos,
las cuales relataban en sutiles y poéticos textos.
Genji monogatari es una
extensísima narración que refiere la vida y aventuras amorosas del ficticio
príncipe Hikaru Genji ("Príncipe Brillante") y las de sus
descendientes a lo largo de 54 capítulos que ocupan un total de 4.200 páginas.
Las primeras 41 empiezan con los amores entre el emperador Kiritsubo y una dama
de inferior rango en su corte, de los que nace el protagonista, Genji. Este
mantiene una ilícita aventura con su madrastra, la dama Fujitsubo, que concluye
al morir Murasaki, la mujer que más ha significado en su vida; junto a esto se
desarrolla,paralelamente, el ascenso social de Genji en la corte y su caída en
desgracia, seguida de su exilio y retorno. Los 13 capítulos restantes (3
capítulos transitorios y los denominados 10 capítulos Uji) cuentan la historia
de los descendientes de Genji: su hijo Kaoru y su nieto el príncipe Niou. Los
amores y rivalidades de estos personajes continuarán la saga de Genji sin
alcanzar el brillo de antaño. Sin embargo, este relato está entreverado de todo
tipo de narraciones episódicas que convierten a la obra en un vasto fresco de
la sociedad de su época.
El Genji Monogatari, manuscrito original. Se trazo siempre sobre papeles preciosos, realzados con toques de oro y plata. |
De la novela se extrae una melancolía existencial motivada por el contraste entre el refinamiento aristocrático y las bellezas de la naturaleza y los sufrimientos y miserias originadas e impuestas a los sentimientos de los personajes femeninos, víctimas de una sociedad poligámica. El sentimiento de transitoriedad que confiere a la narración la filosofía budista que se acentúa hacia el final de la obra contribuye a esta sensación.
Basándose en los amores de Genji,
el Príncipe Resplandeciente, relata a un joven encantador que cautiva mujeres
nobles con poemas escritos en papel perfumado, anhelante de entender la fuerza
misteriosa del amor. La historia del seductor abarca su vida amorosa, la
pérdida y recuperación del poder imperial y la vida de sus hijos.
Murasaki combina el relato amoroso
y erótico, la saga familiar, una minuciosa crónica de las costumbres sociales…y
algo más: su tema central es la meditación del tiempo, el juego de los
recuerdos conjugados con el presente y proyectados al futuro. Más de
cuatrocientos cincuenta personajes, casi ochocientos waka o poemas de treinta y
una sílabas, y, sobre todo, la mejor crónica de que se pueda disponer sobre la
historia y la sociedad del Japón medieval. Entre los principales placeres de la
novela se encuentran los retratos de las mujeres en la vida del príncipe Genji,
a las que se describe individualmente con sus aristocráticos refinamientos,
talento para el arte musical, el dibujo y la poesía, y su amor por las bellezas
de la naturaleza. Conforme la obra se acerca al final, el tono se vuelve cada
vez más maduro y sombrío, teñido por los juicios budistas sobre las alegrías
efímeras de la existencia terrenal.
Esta obra maestra de la literatura
japonesa, inspiraría a los pintores del Edokoro -una especie de academia bajo
la dirección del gobierno-, que ilustraban sus principales escenas en rollos
donde se sucedían imágenes y caligrafía acompañando el relato que se lee en la
corte.
Gracias a la Novela de Genji se sabe que el juego de
Go llegó a Japón en el año 1000 d.c, pero fue en el año 1602 que se hizo
famoso, cuando el líder militar Tokugawua unificó Japón y estableció las
escuelas de go.
Principe Yuguri leyendo la carta de la Princesa Ochiba |
En un pasaje de su diario se
describe a sí misma como “bonita pero tímida, reacia a que me vean, insociable,
entusiasta de los relatos antiguos, vanidosa, tan absorta en la poesía que los
demás apenas existen. Desdeñosa con el mundo entero…tal es la desagradable
opinión que la gente tiene de mi. No obstante, cuando me conocen dicen que soy
extrañamente amable, del todo distinta a lo que les habían hecho creer. Sé que
la gente me menosprecia como si fuese una vieja marginada pero me he
acostumbrado a todo esto y me digo “Mi naturaleza es como es”.
De la lectura de este fragmento
podemos inferir su grado de confianza en sí misma y en sus propias cualidades,
su capacidad para prescindir de la opinión ajena rasgo este que no era común en
la corte de Heian Kyo.
En cuanto a los atributos que le
permitieron crear este mundo de ficción tan extraordinariamente rico, debemos
señalar su aguda capacidad de observación y análisis así como el alto grado de
sensibilidad estética, probablemente educada por la frecuentación de los
clásicos chinos y otras lecturas; relatos escritos y poesía en lengua
vernácula. Sus largas horas de ocio eran ocupadas en estas lecturas y en la
escritura.
Murasaki Shikibu, en el Hyakunin Isshu. |
La autora vivió el esplendor de la
familia Fujiwara en el poder y la decadencia de la era Heian, y de forma
preexistencialista apercibió el vacío y falsedad de la sociedad aristocrática
de su tiempo, la misma que alimentaba el sufrimiento de las mujeres de su
época. Su notable capacidad de observación la hizo reflejar con realismo todas
las emociones propias del ser humano en un intento por redimir el alma femenina
atrapada en las tradiciones machistas y patriarcales de la época Heian.
Escribió también una colección de
poemas que la clasificó entre los llamados "Treinta y seis inmortales de
la poesía" de la época, y también mostró su genialidad en otra famosa obra
llamada Murasaki Shikibu no nikki (El Diario de Murasaki Shikibu), cuyo
manuscrito aún se conserva.
Permaneció como dama de compañía
de la emperatriz hasta el año 1013. Al año siguiente murió y su tumba se
conserva en la antigua capital, Kioto, escenario de las andanzas de sus
personajes.
A través de los años, los
académicos se han entretenido con especular sobre la vida de esta dama, de
quien muy poco se sabe. Gracias a diversa documentación (a pesar de los pobres
o inexistentes registros que sobre las damas de la corte de entonces se tiene)
y a sus obras, sobre todo a su famoso Diario, se ha logrado hacer una parcial
reconstrucción de su personalidad y los eventos que envolvieron su vida, por lo
que se ha sabido que gracias a su esmerada educación y gran capacidad de
observación, logró plasmar con gran maestría en toda su obra las emociones intrínsecas del ser
humano como el amor, odio, sinceridad, celos, tristeza y otras, en un intento
por redimir el alma femenina atrapada en lo juegos políticos y esquemas
sociales impuestos por la preeminencia masculina en la sociedad Heian.
Fuentes: Wikipedia; El portal de
Yue- chan
Un placer leerte.
ResponderEliminarUn saludo.