Manya Salomea Skłodowska-Curie, (Marie Curie). Química y física polaca, posteriormente nacionalizada francesa. Pionera en el campo de la radioactividad, fue la primera persona en recibir dos premios Nobel y la primera mujer en ser profesora en la Universidad de París.
Manya Sklodowska nació el 7 de
noviembre de 1867 en Varsovia, en una familia de cinco hermanos (cuatro chicas
y un chico, Sophie, Hela, Bronya, Marja y Joseph). Sus padres se dedicaban
exclusivamente a la docencia; su padre, Ladislas Sklodowska, era
profesor de secundaria de Física y Matemáticas y su madre, Bronislawa Boguska,
era la Directora de un colegio de señoritas. Creció así en un entorno que posibilitó que
Marie despertara muy pronto sus aficiones. Con tan solo 4 años ya leía perfectamente.
Su infancia estuvo marcada por la rusificación de Polonia por lo que su padre
perdió el puesto en el instituto de secundaria y para paliar el defecto de
sueldo, se les ocurrió la idea de alojar a muchachos en edad escolar como
huéspedes, donde aprovechaba para darles clases particulares sobre física y
matemáticas.
Los primeros años de la vida de
Marie Curie estuvieron marcados por un hecho muy duro: la dura muerte de su
hermana Zofia, a causa de la enfermedad del tifus. Y, tan sólo dos años
después, su madre falleció por culpa de la tuberculosis. Todo esto hizo que
Marie diera el paso de dejar la religión católica romana y decidiera volverse
agnóstica. Una de sus grandes pasiones, desde muy pequeña, era la lectura (con
tan sólo cuatro años de edad, ya era capaz de leer, de manera perfecta), le
encantaba todo lo que tratase la historia natural y la física. En Secundaria
era la mejor estudiante de su clase y lograba influir en sus propias compañeras,
gracias a su pasión por el trabajo. La joven dominaba el polaco, el ruso, el
francés y el alemán. En 1883, finalizó sus
estudios de bachillerato siendo la primera de la clase y otorgándole una
medalla de oro.
Con su padre y herman |
Decide alejarse de todo y marcharse al campo, a casa de unos primos, donde permanece prácticamente un año, para volver al hogar, en 1884, donde comienza a dar clases particulares en su domicilio a la vez que se implica en una organización estudiantil revolucionaria que funcionaba al margen del sistema educativo ruso y cuyos fundadores estaban inspirados en las enseñanzas del positivismo de Augusto Comte. Dicha organización se hacía llamar "Universidad Flotante" porque cambiaban a menudo de ubicación para no ser descubiertos. A pesar de que cualquier título obtenido por esta universidad clandestina no valdría para nada en su currículum, a Marie le sirvió para obtener un punto de vista progresista y una introducción a los nuevos desarrollos en materia de ciencias.
Puesto que la crisis económica de la familia no cesaba, decide probar como institutriz y con 19 años, en 1886, comienza a trabajar en la casa de los Zorawski, una familia que residía en Szczuki, al norte de Varsovia. Aprovechando la zona en calma en que se encontraba, y que contaba con el apoyo de la familia Zorawski, Marie organizó una escuela para hijos de obreros y campesinos, a los que daba clases en sus horas libres.
En 1889 tras terminar su contrato
con la familia Zorawski, vuelve a Varsovia. Allí retoma el contacto con la
universidad que seguía la rama del positivismo y encuentra trabajo como
institutriz. Aprovecha esta temporada para pedir por correo un curso de
matemáticas avanzadas, que le reafirmó en su fuero interno de que su objetivo
se hallaba en la ciencia. Un primo suyo, que había sido ayudante de Mendeléiev,
le proporcionó la oportunidad de completar sus conocimientos de química en un
pequeño laboratorio y le puso en contacto con otros investigadores que habían
conocido a los grandes científicos europeos de la época.
En marzo de 1890 su hermana
Bronia, por entonces estudiante de medicina en París, la instó a reunirse con
ella; el trabajo de Manya había contribuido a financiar la carrera de Bronia y
entre las dos existía un pacto de reciprocidad. Pero rehusó, cayendo en uno de
sus períodos de melancolía. Año y medio más tarde Bronia reiteró la oferta;
como los problemas económicos de la familia se habían atenuado lo suficiente
como para permitirle disponer de unos ahorros, Manya decidió finalmente
aceptar. En otoño de 1891 se instaló en París, donde se inscribe en la Facultad
de Ciencias Matemáticas y Naturales de la Universidad de la Sorbona. A partir
de ese momento, pasó a llamarse Marie Sklodowska. A pesar de tener una sólida
base cultural adquirida de forma autodidacta, Marie tuvo que esforzarse para
mejorar sus conocimientos de francés, matemáticas y física, para estar al nivel
de sus compañeros. De ella decían que siempre se sentaba en la primera fila de
la clase y que, con carácter ausente, caminaba por los pasillos vestida de
forma muy austera. Los jóvenes destacaban su melena de color rubio cenizo y
solían fijarse en ella (la denominaban "la estudiante silenciosa"),
pero no esto no era recíproco. A Marie solo le interesaba aprender. No tenía
amigos. Consideraba perdido cualquier minuto que no dedicara a los libros.
En 1893 consigue la licenciatura
de Física y obtiene el primer puesto de su promoción; en 1894 también se
licencia en Matemáticas, siendo la segunda de su promoción. Para financiarse sus
estudios de matemáticas, aceptó una beca de la Fundación Alexandrowitch, que le
fue otorgada gracias a una conocida llamada Jadwiga Dydyńska. El dinero de la
beca (600 rublos) fue restituido por Marie más tarde.
Sus estrecheces económicas también continuaban en París, donde alquiló un ático en el Barrio Latino. Allí, vivía con 40 rublos al mes, así que nunca gastaba carbón para calentarse y se pasaba horas y horas estudiando y escribiendo tiritando de frío. Como su asignación mensual era bastante escasa, Marie pasó hambre. Su dieta habitual consistía en un poco de pan con mantequilla y té, con lo que, tras una temporada con esta "dieta obligada", Marie se mareaba y desmayaba con frecuencia.
Sus estrecheces económicas también continuaban en París, donde alquiló un ático en el Barrio Latino. Allí, vivía con 40 rublos al mes, así que nunca gastaba carbón para calentarse y se pasaba horas y horas estudiando y escribiendo tiritando de frío. Como su asignación mensual era bastante escasa, Marie pasó hambre. Su dieta habitual consistía en un poco de pan con mantequilla y té, con lo que, tras una temporada con esta "dieta obligada", Marie se mareaba y desmayaba con frecuencia.
En 1894, coincidió con el
científico francés Pierre Curie, de 35 años, que al igual que ella, daba su vida por la investigación. El
26 de julio de 1895 Pierre y Marie se casaron en una discreta boda que ni
siquiera se formalizó con ceremonia religiosa (no hubo anillos, ni vestido
blanco; de hecho, el vestido de novia fue de color azul y oscuro y le acompañó
durante años como prenda de laboratorio) y su única "aventura" de
recien casados fue comprarse un par de bicicletas y hacer con ellas un pequeño
viaje por Francia, tras el cual se establecen en un apartamento de la calle
Glacière. Su pequeño piso, exento de decoración, estaba rodeado de estanterías
llenas de libros de física y química acompañadas de una gran mesa de madera y
dos sillas como único mobiliario.
Aunque Pierre había hecho importantes investigaciones científicas en más de un campo en los últimos 15 años, nunca había terminado el doctorado. Marie le animó a que así lo hiciera y en 1895 obtuvo el doctorado y un puesto de profesor en la escuela municipal de Física parisina. Marie siguió también con sus investigaciones. Después de la presentación de los resultados de su investigación a la Sociedad para el Fomento de la Industria Nacional en el verano de 1897, utilizó parte de su pago para devolver el dinero de la beca que había recibido cuatro años antes. En septiembre de 1897 nacería su primera hija, Irene, cuyo parto fue atendido por el padre de Pierre. Solo unas semanas después del nacimiento de Irene, el padre de Pierre perdió a su esposa a causa de un cáncer de mama, y éste se mudó a la casa de Pierre, Marie y la pequeña Irene. Esto fue un apoyo para el matrimonio que consiguió una persona a la que poder dejar a su pequeña y continuar con sus investigaciones. Fruto de esta relación, abuelo y nieta forjaron un vínculo muy estrecho.
Aunque Pierre había hecho importantes investigaciones científicas en más de un campo en los últimos 15 años, nunca había terminado el doctorado. Marie le animó a que así lo hiciera y en 1895 obtuvo el doctorado y un puesto de profesor en la escuela municipal de Física parisina. Marie siguió también con sus investigaciones. Después de la presentación de los resultados de su investigación a la Sociedad para el Fomento de la Industria Nacional en el verano de 1897, utilizó parte de su pago para devolver el dinero de la beca que había recibido cuatro años antes. En septiembre de 1897 nacería su primera hija, Irene, cuyo parto fue atendido por el padre de Pierre. Solo unas semanas después del nacimiento de Irene, el padre de Pierre perdió a su esposa a causa de un cáncer de mama, y éste se mudó a la casa de Pierre, Marie y la pequeña Irene. Esto fue un apoyo para el matrimonio que consiguió una persona a la que poder dejar a su pequeña y continuar con sus investigaciones. Fruto de esta relación, abuelo y nieta forjaron un vínculo muy estrecho.
En 1897, publicó una importante
monografía acerca de la imantación del acero templado. Tras leer una
publicación del sabio francés Antoine Henri Becquerel, quien había descubierto
que las sales de uranio emitían espontáneamente, sin exposición a la luz,
ciertos rayos de naturaleza desconocida, decidió que investigaría sobre estos
temas. Así pues, se puso a comprobar la radiactividad de las diversas muestras
de la colección de minerales de la Escuela Municipal de Física y Química. Estas
muestras se hallaban en el sótano de la escuela de Física que hacía las veces
de depósito y sala de máquinas (así que la investigación no solo fue complicada
por la humedad y temperatura de la estancia, sino también porque Marie también
vio afectada su salud). De cualquier forma, constató que esa radiación era más
fuerte de lo que podía preveerse. Repitió una y otra vez el experimento para
llegar a resultados concluyentes. Su hipótesis era que existía una
justificación para esta rara radiación, una sustancia desconocida mucho más
radiactiva que el torio y el uranio. Marie Curie fue la primera en utilizar el
término 'radiactivo' para describir los elementos que emiten radiaciones cuando
se descomponen sus núcleos Y así es como ella y su marido, al que le atraía
sobremanera esta investigación, se lanzaron a la búsqueda y captura del
elemento desconocido. Al ir limitando el campo de su investigación se dieron
cuenta de la existencia de dos elementos nuevos en vez de uno Y así es como
Marie Curie descubrió los dos nuevos elementos de la tabla periódica: el
polonio y el radio.
En julio de 1898 el matrimonio
Curie hacía público el descubrimiento del elemento Polonio en recuerdo de la
amada Polonia de Marie. En diciembre de ese mismo año anunciarían el segundo
nuevo elemento químico descubierto, el Radio, al que pusieron ese nombre debido
a su enorme radiactividad.
En 1900 Pierre es nombrado para una cátedra de física
en la Universidad de la Sorbona; Marie, por su parte, ocupó una plaza de
profesora de física en la École Normale Supérieure de Sèvres; sin embargo, su
actividad docente les robaba tiempo para sus investigaciones experimentales.
Las condiciones tan precarias en las que tenían que investigar (lo hacían en
una barraca abandonada que ni siquiera tenía suelo y con toneladas de residuos
radiactivos que les facilitó el gobierno austríaco), suponían un esfuerzo
físico agotador.
"A pesar de todo -
escribiría Marie, tiempo después -, en aquella miserable barraca pasamos los
mejores y más felices años de nuestra vida, consagrados al trabajo. A veces me
pasaba todo el día batiendo una masa en ebullición con un agitador de hierro
casi tan grande como yo misma. Al llegar la noche estaba rendida de
fatiga."
En estas condiciones trabajó el
matrimonio Curie desde 1898 a 1902. Vestida con su vieja bata, donde el polvo y
las salpicaduras de los ácidos marcaban claras huellas, suelto al viento el
cabello y en medio de vapores que le atormentaban por igual ojos y garganta,
trabajaba Marie, hasta que, finalmente, en 1902, a los
cuarenta y cinco meses de haber anunciado los esposos Curie la probable existencia
del radio, Marie obtuvo la victoria: había logrado, al fin, preparar un
decigramo de radio puro, y había determinado el peso atómico del nuevo elemento.
A partir de aquel momento el radio existía oficialmente y tras ese paso, la
comunidad científica se rindió ante ellos aceptando también al Radio como nuevo
elemento químico.
Una vez descubiertos todos los
pormenores del elemento Radio, sus caminos a tomar eran dos: el primero,
patentar la técnica de obtención del radio, proclarmarse inventores del
elemento y obtener los derechos de la fabricación del radio en todo el mundo, y
el segundo, liberar absolutamente toda la información de que disponían a la
comunidad científica, no patentar nada, ni quedarse con nada. Ofrecer su
descubrimiento a la ciencia. Y esto fue lo que hicieron. Ambos consideraban que
patentar la idea iría en contra del espíritu científico, así que decidieron
compartirlo.
El 25 de junio de 1903 Marie
publicó su tesis doctoral, titulada "Investigaciones sobre las sustancias
radiactivas". Defendió su tesis ante un tribunal presidido por el físico
Gabriel Lippmann. Obtuvo el doctorado y recibió mención cum laude. Su primer reconocimiento
científico llegaría en noviembre de 1903, cuando el Real Instituto de
Inglaterra confirió a Pierre y a Marie una de sus más distinguidas
condecoraciones: la Medalla de Davy. Tras esto llegaría, ese mismo año, el
Premio Nobel de Física que compartieron con Henri Becquerel.
Eso sí, en cuanto al Nobel, se
señala que Marie no fue inicialmente nominada al premio. Después de una ardua
clasificación de candidatos, los nominados fueron Henri Becquerel y Pierre Curie (en ningún momento
nombraron a Marie). Si no hubiese sido por la intervención de un miembro del
Comité, Magnus Goesta Mittag-Leffler, a Marie nunca le habrían reconocido su
mérito y su trabajo. Pierre se negó a estar nominado para el premio sino era
junto a ella y más tarde, se conocería que ambos habían sido incluidos como
candidatos. Así las cosas, en diciembre de 1903 Becquerel y los Curie
compartirían el Premio Nobel de Física.
A pesar de haber rechazado
patentar el descubrimiento, los premios que recibieron conllevaban una cuantía
económica (por el premio Nobel recibieron 15.000 dólares), dinero que trajo
algunos cambios positivos a sus vidas. Hicieron regalos a toda la familia e hicieron
donaciones a varias sociedades científicas. Como novedad, se permitieron el
"lujo" de instalar un baño moderno en su casa. Aparte de esto, a
Pierre le concedieron la cátedra de Física en la Sorbona, aumentando también
así su sueldo mensual.
Acostumbrados a estar trabajando
en silencio, a solas y en el más absoluto anonimato, los Curie no lograban
acostumbrarse a estar rodeados de fotógrafos y periodistas que querían saber
más cosas sobre este matrimonio "Nobel", y ello provocó una caída en
sus publicaciones científicas habituales. Estaban agotados por
tanta fama. Los medios les perseguían tanto en el trabajo como en casa. Su
privacidad había terminado.
Ese mismo año, se volvió a quedar embarazada y tuvo a su segunda hija, a la que bautizaron con el nombre de Eva. Tras un breve tiempo de recuperación post-parto, Marie reanudó sus compromisos profesionales, sus clases y su investigación. Estaban tan inmersos en sus investigaciones científicas y sus compromisos con la enseñanza, que a menudo se olvidaban de comer e incluso de dormir. La salud de Pierre se tornaba oscura por momentos y en muchas ocasiones tuvo que permanecer en cama con fuertes dolores en las piernas.
El 19 abril de 1906, cuando
Pierre se encontraba de vuelta a casa en un día oscuro y lluvioso, con poca
visibilidad, un enorme carruaje tirado por caballos que portaba uniformes
militares, le pasó por encima y acabó con su vida. Murió en el acto y el gobierno francés acordó pasarle
una pensión económica a Marie y sus hijas, pero ésta la rechazó. Decía que aún
era joven y fuerte para mantener a su familia. De hecho, tras el funeral de
Pierre, Marie volvió al trabajo inmediatamente. Poco tiempo después se mudó con
sus hijas a Sceaux, el barrio donde había vivido la familia de Pierre. Al mes
siguiente, el 13 de mayo de 1906, Marie heredaría la cátedra de Física en la
Sorbona de su marido, convirtiéndose así en la primer mujer en Francia en
conseguir una cátedra.
Durante los siguientes años Marie
se haría más y más conocida, y no paraban de concederle premios. En todas
partes le otorgaron medallas, títulos y grados honoríficos. En 1910 publicó el
Tratado sobre la radiactividad y en 1911 preparó un patrón internacional del
radio que depositó en la Oficina Internacional de Pesos y Medidas de París. Poco
después recibió el Premio Nobel de Química en el año 1911 por el descubrimiento
del polonio y el radio. En su discurso reconoció el papel que Pierre había
desempeñado en su trabajo para conseguir lograr su objetivo.
Sufrió una depresión severa y graves problemas renales, así que pasó la mayor parte de enero de 1912 en una clínica privada, registrada bajo un nombre falso para que no la molestaran. En octubre de 1912 regresó a Francia, a un apartamento de París, donde viviría el resto de su vida.
En la mayoría de países europeos
se empezaron a crear institutos del radio, ante su plausible utilidad en la
curación del cáncer. La propia Marie Curie aceptó la dirección honoraria del
que se inauguró en Varsovia en 1913; en julio del siguiente año se terminó en
París la construcción de un laboratorio consagrado al estudio de la
radiactividad, el Instituto del Radio, por un acuerdo entre el Instituto
Pasteur y la Sorbona, con una sección dedicada a la investigación médica y otra
reservada a la física y la química, dirigida por Marie Curie.
Durante la Primera Guerra Mundial
creó, con la ayuda de donativos privados, un equipo de expertos en técnicas
radiográficas y, con la colaboración de su hija Irene, puso en funcionamiento
más de doscientos vehículos radiológicos
("Petite Curie") ; madre e hija se desplazaron hasta el frente
para enseñar a los médicos los nuevos métodos y técnicas de la radiología y haciendo
caso omiso a los peligros de la sobreexposición de rayos X, ambas apenas se
protegieron de la radiación quienes indudablemente ayudaron a salvar
innumerables vidas de soldados.
En 1920 Curie y varios de sus
colegas científicos crearon la Fundación Curie, cuya misión era la de
proporcionar las bases científicas y las divisiones médicas del Instituto del
Radio de los recursos adecuados. Durante las próximas dos décadas la Fundación
Curie se convirtió en una importante fuerza internacional en el tratamiento del
cáncer. El eje central de su vida ya no era la investigación sino la dirección
del Instituto Curie pero en 1921 comienza su declive en
términos de salud. Le detectaron cataratas, y la sospecha de que las
emanaciones de radio podían producir algo más que quemaduras o llagas en las
manos empezó a tomar cuerpo. Algunos días se encontraba demasiado enferma para
ir al laboratorio. En esos días trabajaba en su casa en el manuscrito de su
libro "La radiactividad", que se publicaría póstumamente en 1935.
En 1922 fue invitada a formar
parte de la Comisión para la Cooperación Intelectual creada por la Sociedad de
Naciones, de la que ocupó la vicepresidencia. En 1925 su hija Irene contrajo
matrimonio con el físico francés Frédéric Joliot; ambos descubrieron en enero
de 1934 la radiactividad artificial, descubrimiento por el que recibirían en
1935 el Premio Nobel de química, el tercero de los merecidos por la familia.
Pocos meses después del descubrimiento, la salud de Marie Curie se deterioró definitivamente. Creyendo que se trataba de una inflamación de antiguas lesiones tuberculosas, fue conducida a un sanatorio en Sancellemoz; allí se le diagnosticó una anemia perniciosa, y falleció el 4 de julio de 1934. Su hija Irene murió asimismo de leucemia en 1956; su marido reconoció que la muerte era consecuencia de la radiación, aunque sostuvo que la afección hepática que le costaría a él mismo la vida dos años más tarde no tenía nada que ver con la radiactividad.
Marie fué enterrada junto a
su marido, Pierre Curie, hasta que 60 años más tarde, los restos de ambos
fueron reenterrados en el Panteón principal del mausoleo nacional de Francia,
en París.
El gran compromiso de Marie con
la labor científica le valió el respeto de la comunidad internacional. Era
admirada por su absoluta brillantez y su carácter tranquilo y juicioso. Tanto
ella como Pierre siempre hicieron públicos sus descubrimientos a la comunidad
internacional, sin buscar otro rédito que el desarrollo de la ciencia. Cuando,
durante la Primera Guerra Mundial, Marie recorrió los hospitales de campaña
para ayudar a los cirujanos con las nuevas técnicas radiológicas (gracias a los
rayos X podían descubrirse balas y fragmentos de metralla ocultos en los
heridos), su ayuda inestimable hizo que se la empezase a llamar "Suprema
Bienhechora de la Humanidad". Marie siempre rechazó estas manifestaciones,
que consideraba inmerecidas: seguía siendo tan modesta y discreta como cuando
sólo era una joven estudiante polaca en la Sorbona.
Einstein, que la conoció una vez terminada la guerra y mantuvo con ella una fructífera relación científica, afirmó: "Madame Curie es, de todos los personajes célebres, el único al que la gloria no ha corrompido".
Fuentes:. Laflecha.net; Wikipedia.
es una fea
ResponderEliminary lo digo de verdad
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